Jorge Hugo Dimarco, empleado de Alumetal SA, quedó imputado y fue condenado a tres años de cárcel en suspenso (no irá a la cárcel) este viernes por una maniobra de estafa que habría generado un perjuicio económico superior a los 85 millones de pesos a la empresa.
La audiencia estuvo presidida por la jueza Flavia Allende, que dictó la sentencia mediante juicio abreviado, mientras que la acusación fue llevada adelante por el fiscal Eduardo Gallastegui, junto a los fiscales ayudantes Pablo Ferrer y Maximiliano Yanzón. La defensa del sospechoso quedó en manos del abogado Jorge Guillén.

Según expuso la Fiscalía, Dimarco habría manipulado el sistema de facturación para otorgar descuentos no autorizados, muy por encima del 5% permitido para ventas en efectivo y que, en casos excepcionales, solo podrían alcanzar el 10% con autorización expresa. Sin embargo, en al menos 200 operaciones, el empleado habría cargado descuentos de hasta el 59,93%, todos registrados en el campo de “observaciones” del sistema, lo que permitió evadir las auditorías internas, ya que esos recortes no aparecían en el cierre contable habitual.
La maniobra quedó al descubierto cuando otro trabajador de la firma notó una diferencia llamativa en una compra consultada por un conocido. Mientras él había cotizado alrededor de $300.000 en materiales, el cliente afirmó haber pagado solo $200.000, lo que implicaba un 30% de descuento. Al revisar el sistema, descubrió otra factura emitida por el usuario de Dimarco con productos cargados a valores redondeados y un descuento del 40,63%, completamente fuera de los parámetros permitidos.
Cuando su compañero le consultó, Dimarco le pidió que “no dijera nada porque lo podían echar” y le justificó que había ayudado al cliente porque la hija tenía problemas de salud. Sin embargo, ante la gravedad de lo detectado, el empleado informó a la empresa. Horas más tarde, Dimarco le envió un ticket roto por WhatsApp intentando mostrar que había revertido la operación, pero la auditoría interna verificó que había realizado una refacturación tardía, por un monto real de $1.284.000, muy superior a los $785.000 que había cobrado aplicando el descuento irregular. Para compensar, incluso pagó la diferencia desde su propio celular mediante código QR, algo que quedó registrado en Mercado Pago y fue aportado como prueba.

La Fiscalía explicó que Dimarco era uno de los tres empleados con acceso para modificar manualmente valores en operaciones vinculadas al sistema de acopio, una modalidad que permite a los clientes congelar precios. Ese acceso privilegiado habría sido clave para que pudiera ejecutar la maniobra sin activar alertas.
De acuerdo con el análisis preliminar, la empresa habría sufrido un perjuicio estimado en 85.200.000 pesos por estas operaciones irregulares, cifra calculada en base a las diferencias no cobradas durante los últimos años.
Tras la formalización, Dimarco aceptó la autoría y fue condenado a prisión en suspenso, por lo que no irá a la cárcel. Este viernes recuperó la libertad tras ser detenido en su casa del barrio Jardines del Oeste en Rivadavia por la denuncia realizada por la empresa con fecha del 18 de noviembre de 2025.

