Una joven estudiante, de 20 años, quedó internada el martes por la noche en el área de terapia intensiva del hospital Marcial Quiroga, a causa de la graves lesiones que sufrió al quemarse por accidente con un improvisado llamero o calentador con alcohol etílico, que usaba para hacer de comer porque desde el 1 de agosto pasado en todo el edificio no hay gas, dijeron fuentes policiales y judiciales.

Todo pasó sobre las 22 del martes en el departamento 10 del 2do. piso del consorcio La Quebrada, situado en calle Laprida, entre Urquiza y Ameghino, Capital.

La joven que se encuentra internada fue identificada como Rocío Coria. Según fuentes del caso, estaba estudiando con su novio porque hoy rendía un parcial. Pero en un momento decidió algo para cenar, usando, como era habitual desde días atrás por falta de gas, un improvisado calentador: un colador de fideos en el que depositaba una lata de picadillo que llenaba con alcohol. Encima del colador, ponía una parrilla para poner encima el recipiente con la comida.

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El alcohol etílico que la joven usaba para cocinar.

El novio de la joven relató a los investigadores que luego de que su novia se fuera a hacer la comida, vio un fogonazo y, cuando la vio envuelta en llamas, buscó una prenda de vestir para controlar el fuego y llamó al 911.

El primer parte médico recibido por los pesquisas, indicaba que la joven había sufrido quemaduras del tipo B (descriptas como profundas) en brazos, torso y rostro, con posible compromiso de sus vías respiratorias. Por eso está internada en el área de cuidados intensivos.

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La cocina donde ocurrió el hecho, calificado por los pesquisas como accidental.

El caso es investigado por un equipo dirigido por el fiscal, Adolfo Díaz, y el ayudante fiscal, Emiliano Pugliese, de la UFI de Delitos Especiales.