Un joven fue condenado este lunes en San Juan por estafar a un hombre a quien le había robado el celular en un boliche de Córdoba. Con el teléfono en mano, accedió a su cuenta de Mercado Pago y realizó transferencias millonarias hacia su propia cuenta. Además, pidió un préstamo a nombre de la víctima. Todo quedó documentado y fue juzgado en San Juan.
El hecho ocurrió el 9 de diciembre de 2024 en el boliche “Margarita”, donde la víctima, Carlos Enrique Fernández, se encontraba disfrutando del espectáculo. Alrededor de las 4 de la mañana todavía tenía consigo su celular —un Samsung A52— pero al retirarse notó que ya no lo tenía.
Más tarde, su hija ingresó a su cuenta de Gmail desde otro dispositivo y comenzaron a llegar notificaciones del Banco San Juan advirtiendo sobre movimientos inusuales. Fue entonces cuando descubrieron lo que estaba ocurriendo: alguien se había metido en la cuenta de Mercado Pago de Fernández y estaba transfiriendo dinero.
Según consta en el legajo judicial, el ladrón —identificado como Elías Lionel Flores— intentó primero enviar $1.800.000 de una sola vez, pero como la operación fue rechazada, dividió el monto en tres partes: $1.000.000, $500.000 y $300.000. Todas fueron transferidas exitosamente a través de Pago Link.
Pero eso no fue todo: también gestionó un préstamo por $118.000, que fue aprobado por Mercado Pago y luego transferido a la cuenta asociada a su correo electrónico.
Este lunes, Flores fue condenado mediante un juicio abreviado por el delito de estafa. La pena fue de 2 años de prisión condicional, por lo que no irá a la cárcel, pero deberá cumplir una serie de reglas durante ese período.
El juez Juan Gabriel Meglioli, a cargo de la audiencia, dispuso que el joven fije residencia, quede bajo control del Patronato de Liberados y tenga prohibido acercarse a la víctima o contactarla, ya sea en su domicilio o en cualquier otro sitio, en un radio de al menos 500 metros. También se le impuso la prohibición de realizar actos molestos o perturbadores hacia el denunciante.
La causa fue investigada por la Unidad Fiscal de Delitos Informáticos y Estafas, con la intervención del fiscal Duilio Ejarque y la ayudante fiscal Guadalupe Segado. La defensa del imputado fue ejercida por el abogado Alejandro Castán.