Una situación casi de película se vivió el martes en horas de la siesta. Tres sujetos llegaron a una vivienda del barrio Las Rosas, entraron a la fuerza, sacaron a su propietario y lo subieron a un automóvil. Lo llevaron hasta la casa de uno de ellos para darle una brutal golpiza hasta que el sujeto logró escapar. Este jueves tuvo lugar el juicio abreviado donde se conocieron las identidades de los mismos y se conoció que eran familiares. También se supo que el motivo fue porque el damnificado le había robado una gorra a uno de los condenados.
Se llaman Alan Benjamín Rodríguez Marcoleta, Julio Nicolás Rodríguez Marcoleta y Agustín Santander, los primeros son primos de Ezequiel Marcoleta, el joven que resultó seriamente golpeado. Los tres llegaron a bordo de un Peugeot 504 a esa vivienda del Barrio Las Rosas, ingresaron por la fuerza hasta el comedor, donde se encontraba durmiendo Ezequiel Marcoleta en un colchón en el piso y comenzaron a propinarle golpes de puño por todo su cuerpo, y en contra de su voluntad, mientras lo seguían golpeando, lo subieron al auto y se dirigieron hacia la casa de los hermanos Julio y Alan, ubicada en calle Corrientes 455 oeste, Capital.
Allí, continuaron golpeándolo reclamándole por el robo de unos efectos. En la parte de adelante de la casa vive la tía de los violentos y del damnificado junto a una prima, Cintia Marcoleta, quien escuchó una detonación o disparo y gritos, por lo que salió de la casa y vio a sus primos golpeándose. Llamó a la policía y fue ahí que los sujetos dejaron ir a Ezequiel Marcoleta quien a los minutos fue hallado por personal policial a la altura de calle Corrientes 273 oeste, con sangrado y lesiones visibles.
Se constituyó en el lugar personal policial de Policía Científica, Divisiones Fotografía y Balística; el Perito Balístico Berenguer Jorge procedió a secuestrar el arma de fuego de fabricación casera tipo tumbera, un cartucho, pistola, y un plástico compatible con la pistola.
Precisamente la prima fue testigo del hecho y ante los efectivos denunció que en el almuerzo escuchó que sus primos se enteraron que Ezequiel Marcoleta estaba vendiendo una gorra que días antes se le había extraviado a uno de los hermanos Rodríguez Marcoleta, fue ahí que estos habrían dicho “le vamos a meter un tiro”, refiriéndose al damnificado.
Lo cierto es que los tres se presentaron este jueves ante la Justicia y fueron condenados por el delito de lesiones leves, privación ilegítima de la libertad y tenencia ilegítima de arma de fuego aunque zafaron de ir a prisión. Deberán cumplir la pena de 2 años de prisión condicional, además de cumplir reglas de conducta.

