El embajador de Cuba en Argentina, Jorge Lamadrid Mascaró, llegó a San Juan invitado por el Partido Comunista para la presentación del libro ‘Fidel Castro, Guerrillero del tiempo‘, de la periodista Katiuska Blanco Castiñeira. Se trata de las reflexiones del líder de la revolución cubana “contadas en primera persona”. El diplomático, que viene de un país en el que triunfó la revolución liderada por su líder, analizó las relaciones bilaterales entre ambas naciones y habló del fluido intercambio comercial, además del interés por los vinos sanjuaninos.
Como parte de su agenda, por la tarde le presentó sus saludos al vicegobernador Sergio Uñac, a cargo del Ejecutivo, y esta noche asistirá la inauguración del nuevo local del PC en la provincia, en calle Tucumán.
-¿Qué opinión le merece la política de derechos humanos del Gobierno argentino?
-Es una cuestión muy cara, muy seria, muy noble y de acompañamiento para mi gente, mi pueblo. Me refiero a los casos de dos diplomáticos cubanos secuestrados, torturados y asesinados en Automotores Orletti, el 9 de agosto de 1976. Se trata de Crescencio Galañena Hernández y de Jesús Cejas Arias, que desaparecieron y que gracias a la política exterior del Gobierno argentino hubo un tribunal no cubano que condenó a los responsables de esos crímenes.
-¿Cómo están las relaciones bilaterales entre ambos países?
-Hay una fluida relación bilateral, que viene de identificarnos y reconocernos como partes indispensables para no sólo acercarnos sino también conocernos. Hay condiciones propicias para una verdadera integración cultural, sin la cual no habrá ningún otro tipo de integración posible, ni económica, ni política.
-¿Qué papel juega el Che Guevara en ese proceso de integración?
-Es otro vínculo entrañable. Fue un gigante que nació en Argentina y que tiene ahora un mayor reconocimiento que nunca. Hay incluso como una reconciliación general porque hasta hace poco se lo denostaba y se lo tildaba de violento en algunos artículos de prensa. El Che, es más que argentino o cubano, una figura universal. Incluso el Che y José Martí son próceres latinoamericanos junto a Perón, Evita, Allende, Sandino, San Martín, Bolívar y Sucre.
-¿Cómo es el intercambio económico entre ambos países?
-Hay un intercambio que se desarrolla, se amplía, pero lo que más resalta es la potencialidad. Tenemos capacidad mutua para desarrollar aún más nuestro comercio. Por ejemplo, Cuba compra excelentes alimentos, como arroz, porotos, maíz, aceites, harinas, soja, trigo y vende a Argentina productos farmacéuticos y sobre todo vacunas.
-¿Qué interés hay en productos del mercado sanjuanino?
– El Gobierno de Cuba aspira a tener una suficiente cantidad de vinos de San Juan porque cada vez son más los argentinos que visitan mi país y siempre es importante que puedan degustar un buen vino argentino y no tener que depender de productos de otros lugares del mundo.
-¿Está de acuerdo con la imagen que algunos medios de comunicación pintan de su país?
-Todavía hay algunos que hacen creer que hay muertos tirados por las esquinas, que otros están colgados y que la represión es total o que nos comemos a los muchachos. Es una cosa atroz, pero es lo que les han metido en la cabeza a través de campañas mediáticas, que son la herramienta por excelencia para el ataque a Cuba en este momento. Difamar, mentir, tergiversar, es increíble lo que está sucediendo.
-¿De qué trata el libro que vino a presentar?
-Son las memorias de Fidel, pero con una enorme virtud, porque son hechos y experiencias de una obra revolucionaria de toda una vida, narrada por el propio protagonista. Es un trabajo que significa otra contribución del líder de la revolución cubana de compartir sus experiencias y de contar cómo él se formó en su carácter, mucho antes de ser revolucionario y marxista, además de martiano. Esa formación de su carácter se da en este libro, pero además es una contribución a estos tiempos que vivimos en el sentido de que se puede hacer algo propio, emprender un proyecto soberano a pesar de la oposición del gigante del Norte.
-¿Qué va a pasar con la revolución cubana el día que no esté Fidel?
-Debo decir que desde el mismo triunfo de la revolución los presupuestos de nuestros adversarios y enemigos, como el Gobierno de Estados Unidos, fueron erróneos porque han partido de algo que todavía hoy es la base de su política hacia Cuba, como es el desconocimiento de la autoridad cubana. Se trata de un enfoque torcido y absurdo, al igual que han hecho con Venezuela, al desconocer el Gobierno de Maduro. Es una especie de licencia, un cheque en blanco que le dan al que quiera perturbar el régimen de mi país. Otro error ha sido considerar a la sociedad cubana como la de un solo hombre, pero está en marcha un relevo generacional que se está haciendo con toda normalidad y en el 2018 el presidente Raúl Castro entregará la presidencia. El día que no esté Fidel, nada será igual en Cuba, pero la obra que ha hecho es de tal solidez que la cultura política del pueblo cubano seguirá adelante.

