Buenos Aires, 29 de mayo.-“Desde algunos lugares pensaban que íbamos a dejar abandonado el interior y empezaron con acciones intimidatorias, con cadenas de mail pensando que ibamos a suspender las visitas”, confió el gobernador.

En sentido recalcó, “No voy a dejar de ir por más que pongan cadenas de mail y me van a tener que pegar un tiro para que yo deje de trabajar y van a tener que apuntar bien. Van a tener que derribar el avión para que no llegue”.

Señaló que las personas que realizaron los ataques "son pequeños grupos aislados y marginados" porque la misma gente de Loberia le manifestaba que "son una comunidad de paz".