Oscar Saberon, militante del Partido Justicialista (PJ) local dijo que "el último acto de Kirchner acá en la ciudad parecía una despedida. Le habló uno por uno a varios militantes históricos. Estaba muy emocionado y nostálgico, como si percibiera cierto deterioro en su salud". Pero "era un animal político. Si el día tiene veinticuatro horas, el militaba veintiocho", agregó.
Su muerte "fue una conmoción para toda la Ciudad. Los llamados se entrecruzaban para asegurar la veracidad de la noticia. Éramos incrédulos. Se había ido el Lupo. Se había marchado el Lupín y lo hizo en su ley: trabajando hasta no dar más, hasta que su corazón dijo basta", contó a DIARIO DE CUYO Luis Fernando Job, técnico constructor sanjuanino que vive en Río Gallegos desde 1980.
"A todos acá en Río Gallegos, en menor o mayor medida, nos tocó aunque mas no sea tangencialmente su paso por esta vida. Fue un hombre polémico pero siempre fiel a sus convicciones, equivocadas o no. Uno sabía siempre hacia donde iba. El marcaba el rumbo y los tiempos, y eso se cumplía. Fueron pocos los que pudieron seguirle su ritmo de trabajo, era incansable y estaba en todos los detalles. Era increíble y te recordaba por tu nombre o apellido y uno no podía entender cómo hacía, ya que por día a lo mejor veía 100 o más personas", describió Luis.
"Mientras fue intendente o gobernador caminaba por la calle como uno más. Nunca tuvo custodia y siempre cumplía su rito de reunirse con sus amigos en la Confitería del Hotel Santa Cruz. Era un vecino más. No me cabe la menor duda de que hay un antes y un después. El Lupo fue una bisagra", agregó.
Por su parte Carlos Antonucci, un ex empleado del estudio jurídico de Kirchner y de su esposa, Cristina Fernández de Kirchner, lo evocó como "un hombre sensato que no tenía término medio. Sentí mucho su muerte, era un tipo de palabra", enfatizó quien era habitué del estudio que funcionaba en una casa de chapa en la calle 25 de Mayo 166. Y luego Antonucci manifestó: "tengo claro que lo que él hizo por la provincia y por la región no lo hizo nadie. El espacio que deja será difícil de llenar".
Los vecinos del ex mandatario nacional, que había nacido en esta ciudad el 25 de febrero de 1950, recuerdan también que en 1982 comenzó a edificar su carrera política con la apertura de Ateneo Juan Domingo Perón, que funcionaba en la calle Alcorta al 100. En ese mismo sitio se encuentra ahora la librería El Reloj, cuya dueña, Mariana Méndez, dijo que todavía tiene presente "la gran cantidad de gente que se congregaba en el lugar".
Desde esa unidad básica, Néstor logró ganar su primera interna partidaria que luego lo catapultaría a la intendencia de la capital santacruceña cuando triunfó en las elecciones por 110 votos frente al radical Roberto López.
Fue antes de llegar a la gobernación de Santa Cruz en 1991 con el 30,44 por ciento de adhesión gracias a la ley de lemas, a diferencia del segundo mandato al que accedió con el 62,09 por ciento y al último en el que logró el 52,07 por ciento e interrumpió para asumir como presidente de la Nación en 2003.

