La Justicia procesó ayer con prisión preventiva, por delitos para los cuales se prevé la cadena perpetua, a los siete detenidos acusados del asesinato del militante del Partido Obrero (PO) Mariano Ferreyra y las heridas ocasionadas a otras tres personas, y consideró que los imputados concretaron "un acuerdo criminal" donde cada uno tuvo un rol.

La medida dispuesta por la jueza de instrucción Susana Wilma López recayó en los barras bravas Cristian "Harry" Favale y Gabriel "Payaso" Sánchez, señalados como los autores de los disparos, y los integrantes de la Unión Ferroviaria Pablo Díaz -apuntado como reclutador del grupo-, Guillermo Uño, Juan Carlos Pérez, Salvador Pipitó y Jorge González. Todos fueron procesados por homicidio calificado en concurso real con homicidio calificado en grado de tentativa y coacción agravada y se les trabó un embargo de 500 mil pesos sobre sus bienes.

Para el homicidio calificado el Código Penal prevé reclusión o prisión perpetua, mientras que para la tentativa, en esos casos, contempla condenas de hasta 20 y 15 años, respectivamente. En una resolución de 148 páginas la jueza de instrucción López, quien llevó adelante la investigación con la fiscal Cristina Caamaño, describió cómo se produjeron los hechos el 20 de octubre pasado en Barracas, durante una protesta de trabajadores ferroviarios tercerizados despedidos.