Mientras que la última fecha anunciada por el Gobierno provincial para poner en marcha la famosa tarjeta SUBE (Sistema Único de Boleto Electrónico), fue fines de julio, ahora no se animan a dar un nuevo período, según dijo ayer el secretario de Servicios Públicos, Daniel Campos. "No puedo dar un plazo cierto", expresó el funcionario, y atribuyó la demora a problemas de conectividad para poder administrar los datos que registran las máquinas.
El secretario sostuvo que dependen de ARSAT, una empresa del Estado nacional dedicada a las telecomunicaciones, que es la encargada de tomar la información de las máquinas instaladas en los colectivos. Esos datos son transmitidos a Nación Servicios, una entidad dependiente del Banco Nación, que realizará el procesamiento del detalle con los viajes que haya realizado cada unidad, para luego girar el monto de dinero correspondiente a cada empresa de transporte.
La implementación del nuevo sistema viene sensiblemente demorada (ver Cronología) y la última fecha que se había anunciado para la puesta en marcha del servicio que le permitirá al pasajero pagar su viaje sin necesidad de usar dinero en efectivo pasó sin que la nueva modalidad se pudiera instrumentar. Ahora Campos no se anima a dar un nuevo plazo y sostuvo que es preferible esperar.
La tarjeta deberá ser adquirida por única vez, con un costo de 20 pesos, en kioscos o en las mismas empresas de colectivos, y la recarga será equivalente a la cantidad de pasajes que el usuario esté dispuesto a emplear. No se modificarán las tarifas vigentes.
El nuevo sistema tiene amplias ventajas con respecto a la modalidad actual. Por ejemplo, los choferes dejan de distraerse con el cobro y los pasajeros no tienen que juntar monedas, pueden tomar un colectivo en cualquier lugar y si no tienen carga disponible, lo mismo viajan porque la diferencia es debitada de la próxima recarga que hagan.

