El jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, admitió ayer que “no esperaba” que el triunfo del oficialismo en las elecciones primarias fuera del 50%, mientras que dirigentes de la oposición ya evalúan cómo será la estrategia del segundo tramo de la campaña para sufrir el menor impacto electoral.
Con el contundente resultado de Cristina Fernández, la oposición manifestó durante la semana su temor de un total control del kirchnerismo en el Congreso pero ayer Fernández volvió a calificar como una “falacia” la advertencia hecha por el titular del radicalismo Ernesto Sanz.
El funcionario incluso acusó a Sanz, por actuar con “soberbia” cuando habló sobre la situación “como si esto fuera una problemática”. “Con estos resultados nosotros tendríamos diez diputados más y sólo un senador más”, acotó en diálogo con radio La Red y apuntó que “lo que dicen es una enorme mentira, están tratando de pegarle un susto a la gente”.
Además, el ministro coordinador aseveró: “No esperaba el 50, pero sí no tenía dudas que ganaba” la Presidenta y señaló que “Argentina tiene que estar en manos de gente fuerte, dura, que sea capaz de mandar”.
Sin salirse del tema, Fernández agregó que “10.700.000 votos, el 50.7% de la Argentina, muestra con claridad un nuevo liderazgo en el país”, y destacó que la Presidenta “siempre estuvo convencida de que se ganaba con claridad”, a pesar de considerar que “la prédica periodística fue espantosamente agresiva contra el Gobierno”.
En este marco, pero desde el ámbito bonaerense, dos de los rivales del oficialista Daniel Scioli, la referente del FAP Margarita Stolbizer y el aspirante de Udeso, Francisco de Narváez, revelaron su voluntad de reforzar la campaña para tratar de reducir la amplia brecha que logró el Frente para la Victoria. Stolbizer reconoció que “es muy difícil dar vuelta la goleada del 5 a 0” que el Gobierno logró a su favor pero afirmó que su espacio irá a octubre “como salen los jugadores a dejar el alma en la cancha”.
La dirigente volvió a desestimar la posibilidad de que la oposición se una detrás de un solo candidato presidencial para enfrentar al kirchnerismo, como lo propusieron desde el PRO, y alertó que “quien reorienta el voto es el votante” no los acuerdos “partidarios”. En tanto, De Narváez explicó que “la campaña va a continuar como se ha venido transitando” y subrayó que “Ricardo Alfonsín es nuestro candidato a presidente y se va a trabajar en ese sentido”, es decir que no habrá un distanciamiento del radical.
También se expresó el candidato a presidente del Frente Amplio Progresista, Hermes Binner, quien aseguró que desde su espacio “no nos negamos a hablar con nadie” con vistas a las generales de octubre pero al mismo tiempo aclaró que “ya tenemos la propuesta formada”, como una manera de rechazar condicionamientos externos. La postura del gobernador de Santa Fe tiene que ver con la voluntad de dialogar que expresó el jefe de Gobierno porteño Mauricio Macri, que no posee candidato presidencial, y la idea del PRO de impulsar la deserción de Duhalde y Alfonsín para dejar a Binner como principal aspirante opositor.

