Tres ministros del Gobierno nacional, aunque con distintos estilos, salieron ayer a replicar las versiones sobre posibles cambios en el Gabinete nacional que encararía en los próximos días la presidenta Cristina Fernández y que dejaría afuera del Gobierno a Aníbal Fernández, quien ayer con una ironía negó su salida.

A través de Twitter, el jefe de Gabinete, eligió la ironía para contestar una nota publicada por el matutino La Nación, donde se indica al actual embajador en España, Carlos Bettini, como su reemplazante.

"Los muertos que La Nación mata, gozan de buena salud", escribió el ministro coordinador. En tanto, en respuesta a las versiones sobre cambios en el elenco ministerial que encararía a corto plazo la presidenta para "oxigenar" su gestión, el canciller Héctor Timerman advirtió que quien lanza esos rumores "es mala leche". "No sé de dónde sacan todas esas historias, jamás he hablado con la presidenta sobre un cambio de gabinete", señaló a radio La Red, "ni con la presidenta ni con ninguno de sus colaboradores".

Por su parte, el ministro de Planificación Federal, Julio De Vido, involucrado también en las especies sobre posibles cambios desestimó la posibilidad de acceder a la jefatura de Gabinete, y aclaró que está "más sano que nunca" para continuar al frente de la cartera de Infraestructura. "La señora presidenta es quien determina el destino de cada uno de nosotros" en la estructura del Poder Ejecutivo aseguró De Vido en declaraciones a Radio 10.

El ministro, que se ocupa entre otros temas de las obras públicas, desde hace ocho años cuando fue designado en ese puesto por el entonces presidente Néstor Kirchner dejó en claro que no es su intención cambiar de lugar para ir a la Jefatura de Gabinete al señalar que "estamos muy bien acá".

De Vido salió al cruce de las versiones que señalaban supuestos problemas en su salud: "También muchos dicen que estoy enfermo y estoy más sano que nunca", aclaró.

La salida del jefe de Gabinete sería, de acuerdo a las versiones periodísticas, por el "desgaste" que supuso para su figura la represión en el Parque Indoamericano, para desalojar la toma ilegal de sus terrenos, en el que murieron tres personas. Además, Aníbal Fernández apareció más debilitado dentro del Gobierno desde el 13 de diciembre cuando asumió Nilda Garré como ministra de Seguridad, un área que el jefe de Gabinete monitoreó en forma personal desde diferentes ministerios desde el 2003.

Esta circunstancia y el lógico alejamiento de varios de sus allegados en puntos clave del Gobierno aumentaron los trascendidos sobre su inminente alejamiento del cargo. A través de Twitter, Fernández replicó con una ironía: "Parafraseando un refrán popular mal adjudicado a "Don Juan Tenorio" de Zorrilla: "Los muertos que La Nación mata, gozan de buena salud". En un segundo mensaje en esa red, escribió; "Ruego aprecien enseñanza de El Indio en "El perfume de la Tempestad": Cuando el billete hace que baila la mierda corre y la traición también".

Por su parte, Timerman utilizó también Twitter para criticar a La Nación por una nota sobre el viaje que realizará la flamante presidenta del Brasil, Dilma Rousseff, a la Argentina, a fines de este mes. "Sólo la mala leche de La Nación puede decir que el viaje de Dilma nos tomó de sorpresa o que fue decidido unilateralmente. Nos quieren súbditos", acometió el ministro.