El ex marino Alfredo Ignacio Astiz coronó ayer su actuación en el proceso por crímenes de lesa humanidad en la ESMA, entregando un ejemplar de la Constitución Nacional al tribunal, al que pidió que se lo envíe al presidente de la Corte Suprema.
El represor Alfredo Astiz pronunció ayer sus últimas palabras ante el tribunal que lo juzga por crímenes de lesa humanidad en la ESMA: dijo que es ‘objeto de persecución política‘ y defendió el accionar de los mandos durante la dictadura argentina al pronunciar sus últimas palabras antes del veredicto del juicio que se le sigue por más de 80 delitos cometidos en la mayor cárcel clandestina del régimen.
‘Esto no es justicia, esto es un linchamiento. No nos perdonan que hayamos intervenido y derrotado al terrorismo‘, afirmó
Astiz ante el Tribunal Oral Federal 5 (TOF5), que lleva adelante en Buenos Aires el último tramo del juicio por crímenes cometidos en la antigua Escuela Superior de Mecánica de la Armada (ESMA), por la que se calcula que pasaron unos 5.000 detenidos ilegales.
En una exposición de dos horas, el ex marino también consideró que el proceso se ha acelerado para llegar al tramo final del juicio antes de las elecciones generales del próximo día 23 con el fin de ‘asegurar el éxito del sufragio‘.
Además, quiso descalificar al TOF5, llamando ‘tribunal especial‘ a los jueces que le juzgan. A su vez, calificó de ‘ilegítimo‘ el juicio y opinó que los acusados por crímenes cometidos en la última dictadura militar (1976-1983) no deben llamarse ‘represores‘, sino ‘combatientes‘.
Al finalizar su alegato entregó al tribunal un ejemplar de la Constitución Nacional Argentina para que, según dijo, ‘se lo entreguen a (Ricardo) Lorenzetti‘, titular de la Corte Suprema de Justicia, quien defendió días atrás el avance de los juicios por delitos de lesa humanidad cometidos durante el Gobierno de facto.
Al final de las dos horas que invirtió en leer su último alegato antes del veredicto, el ex capitán de fragata sostuvo que hay ‘terrorismo judicial‘, así como ‘grupos de persecución y venganza‘, en referencia a los querellantes -familiares de las víctimas más organismos defensores de los derechos humanos-.
El represor también señaló que la presidenta ‘Cristina Fernández ha manifestado públicamente su animosidad hacia nosotros‘. Y denunció que ‘la Presidenta ha dicho públicamente las penas que nos deben ser aplicadas, en violación del artículo 109 del Código Procesal Penal‘.
Hasta sonó amenazante cuando, dirigiéndose a los jueces como ‘los abogados que tengo a mi izquierda‘, les dijo que ‘esto que están haciendo algún día va a ser considerado delito de lesa humanidad‘ y les advirtió: ‘Lo que empieza mal termina mal. Todo esto va a terminar peor‘.
Luego de las últimas palabras de Astiz, que en verdad fueron un alegato por su extensión desde las 10 hasta las 12, el juez Obligado llamó a un cuarto intermedio hasta el miércoles 19, a las 9, cuando los acusados Antonio Pernías, alias ‘Rata‘ o ‘Trueno‘, y Alberto González, alias ‘Gato‘, tendrán la oportunidad de hablar antes de la sentencia.

