Una mujer camina lento, como si para ella el tiempo hubiese dejado de tener significado. La imagen es poco usual, sobre todo si se desplaza por Avenida de Mayo, rumbo a Casa Rosada. La mujer empuja un changuito sobre el que colgó una bandera celeste y blanca. Su bebé duerme mientras los rayos de un Sol tibio empiezan a esconderse entre los rascacielos. Detrás de ella, una familia sigue el mismo camino. Nadie habla y todos tienen la mirada clavada en el piso, como si se tratase de una procesión que se va organizando en la marcha.

Ayer, mientras recorría Buenos Aires, me topé con esta escena. Una escena impensada que no contempla ninguna guía turística ni página web que promocione esta ciudad. La Avenida de Mayo, una avenida llena de tristeza, de desolación, de silencio, de mucha gente caminándola y de pocos autos recorriéndola.

Si no fuese por los rostros deformados de tristeza, hubiese pensado que la postal repleta de banderitas argentinas, de camisetas celeste y blanca, de gente avanzando a pie hasta Plaza de Mayo, correspondía a la celebración del triunfo de algún Mundial de fútbol.

Nadie lo esperaba pero la noticia no tardó en modificar la postal ciudadana que hasta media mañana fue pura desolación. Un feriado que se cortó de cuajo. Así terminó la imagen de quietud atípica que prometía continuar, al menos hasta que los censistas terminaran su tarea. Terminó cuando la noticia de la muerte del ex presidente explotó por todos los rincones y ya nada fue igual. El puesto de diarios que está justo en la esquina de Avenida de Mayo y Cerrito, abrió de inmediato. Los turistas que hasta el momento admiraban el obelisco, empezaron a caminar hasta la Plaza de Mayo sin saber demasiado qué ocurría, pero teniendo la esperanza de tomar alguna buena foto. Buenos Aires estuvo lenta y adolorida. Como si todo se hubiese confabulado para un día de duelo. Los negocios y restaurantes cerrados y hasta la poca frecuencia con la que circulaban los colectivos colaboraron para acentuar la desolación que explotó en llantos, aplausos y momentos de silencio en Plaza de Mayo.