En el cuarto piso del Centro Cívico y resguardados de las cámaras y los flashes, el secretario de Servicios Públicos, Daniel Campos, recibió ayer a los propietarios de las empresas de colectivos. Allí, a consecuencia de un planteo que hizo el funcionario y que aceptaron los empresarios, quedó congelada por 30 días la negociación por la tarifa del boleto. El sector transportista reiteró su pedido de aumento de un 25 por ciento del valor mínimo, pero desde el otro lado les contestaron que necesitan más tiempo para terminar de analizar algunas variables.

La reunión se esperaba de un momento a otro, ya que la Asociación de Transporte Automotor de Pasajeros (ATAP) viene insistiendo en que el precio del boleto debe aumentar para que la actividad sea rentable y compense la escalada de costos. El puntapié inicial lo dieron a fines de junio, cuando presentaron un nota pidiendo que se habilite un aumento del 25 por ciento del boleto mínimo, que actualmente está en 1,50 pesos.

Ayer, según fuentes que participaron del encuentro, los empresarios presentaron el estudio de costos sobre el que se basan para pedir la suba. Y el gobierno lo contrastó con uno propio, que también calcula las variaciones de precios que tuvo el sector en todos los insumos que ocupa y que contempla los cambios de la grilla salarial del los choferes del sector.

Las fuentes aseguraron que Campos no dio ninguna señal acerca de la posibilidad de aumentar o no el boleto. Pero les planteó que necesitan más tiempo para estudiar y contrastar los números que tiene su administración con los que presentaron los representantes de ATAP. Y si bien desde el lado oficial no se habló de cifras, en el sector empresario interpretan que es un gesto positivo que el funcionario no les haya descartado de plano un ajuste en la tarifa, como pasó en oportunidades anteriores.

El pedido que hacen los empresarios implica 37 centavos más en el valor del boleto mínimo -que corresponde a la primera y la segunda sección-. Y aunque en el gobierno no han hecho ni una mueca sobre la pretensión, sí han dado a entender que bajo cualquier planteo lo que no están dispuestos a tocar es el boleto escolar, que el año pasado subió de 50 a 70 centavos.

El último aumento que hubo en los otros boletos fue en septiembre de 2008 y de ahí se toman los empresarios para plantear la necesidad de contar una actualización. Contabilizan una inflación acumulada del 25 por ciento, que incluyen en los argumentos que formulan. Pero el argumento principal que esgrimen es la última recomposición salarial que tuvieron los choferes, que llevó el haber de uno que recién empieza a 3.500 pesos.