Desahuciado, triste y con la vos entrecortada. Así se lo escuchó ayer al chimbero José Antonio Camacho después de enterarse de la muerte de Néstor Kirchner. Pepe, como le dicen sus amigos, y el justicialista Tulio Del Bono fueron los primeros dirigentes políticos de la provincia en apostar por el santacruceño como candidato a presidente. Y Chimbas el primer departamento en donde empezó a arengar a la tropa sanjuanina.

"Me acuerdo que él no pensaba ser candidato en 2003, más bien era para 2007, pero le fue tan bien en San Juan con los actos que le organizamos y en otras provincias, que se decidió", recordó ayer Camacho desde su casa en Chimbas. El ex intendente no lo podía creer: "estaba tomando mate con mi señora cuando dijeron que estaba internado, yo pensé que lo iban a atender y que se iba a recuperar como me ha pasado a mí con los problemas coronarios que tengo, pero cuando vi la palabra murió me dolió el pecho y me entró un frío enorme", contó vía telefónica.

Es que Camacho fue el que lo acompañó desde el principio, cuando "éramos siete gatos locos y el proyecto era inviable", como él mismo dijo. El chimbero no se olvida más del primer acto: fue en la Unión Vecina del Barrio Santo Domingo. "Para ese día nos pidió que le juntáramos gente y metimos más de 10 mil personas".

El valor fue doble, según Camacho. Era justo cuando el país y la provincia estaban que hervían bajo la gestión de la Alianza y empezaban a sonar la primeras cacerolas del "que se vayan todos".

A Camacho le sobran las anécdotas, pero pocas ganas tenía de contarlas. Alcanzó a recordar en voz alta que "después de un acto, cuando volvíamos en auto, me dijo Pepe yo soy un político charlatán, por eso estoy con voz y te prometo que gane o pierda voy a volver para apoyarte".

En aquel momento, Kirchner era un desconocido en el país y el PJ ni siquiera pensaba en definir candidatos. El santacruceño había formado una línea llamada La Corriente, para diferenciarse de Carlos Menem y Eduardo Duhalde, con quienes reconocía tener más diferencias que coincidencias. Y así salió a "patear la Argentina".

Tulio Del Bono -está en Córdoba y no pudo ser ubicado por este diario- era diputado provincial y Camacho intendente. A ellos se sumaron, después, los por entonces jefes comunales de Albardón, Juan Carlos Abarca, y de San Martín, José Gallegos, los dos justicialistas.

Camacho, mientras tanto, decidió armar su propio partido, al que bautizó con el nombre de Movicom. El chimbero contó ayer que Kirchner le pidió que le diera los papeles de su partido porque le hacían falta cinco fuerzas provinciales para poder ser candidato, "pero hubo una mano negra y no aparecimos en el Frente para la Victoria".

Con el tiempo, la relación se diluyó. Del Bono terminó como secretario de Ciencia y Tecnología en la primera gestión K, pero Camacho se quedó sin cargo. "Me dijo que me iba a ir con él, pero eso quedó en la nada", dijo ayer, en lo que fue el principio del alejamiento. A pesar de eso, contó que "nunca nos peleamos y siempre hablé bien de él porque hizo mucho por este país".