El municipio de la Capital pondrá en práctica, de manera inédita en la provincia, el cobro de una tasa que, cómo mínimo, alcanzará una recaudación de 3 millones de pesos al año. Se trata de la publicidad que hacen las grandes empresas con afiches, carteles y cualquier tipo de soporte, en el interior o fuera de otros negocios más chicos. Juan Sánchez, coordinador de Gabinete, explicó que este rubro antes no se cobraba, pero luego de un relevamiento que ordenó el intendente Marcelo Lima en cerca de 3 mil comercios que reciben promociones de otras firmas, en 15 días empezarán a intimar a estas últimas para que comiencen a pagar ese ítem.

Este tipo de tasa, llamada publicidad de marca registrada, tiene antecedentes en la mayoría de los municipios del país, fue impulsada por la gestión de Lima en 2010 (ver foto) y se encuentra en la ordenanza tributaria vigente. La aplicación de este rubro apunta a elevar los índices de recaudación y a conseguir fondos genuinos que pueden volcarse en obras comunales. “Esto no significa una mayor presión tributaria al comerciante, que no pagará nada de más, sino que las empresas que publicitan sus marcas registradas empiecen a hacerlo”, destacó Sánchez, quien agregó que “es una fuente de recursos muy importante y esperamos empezar a percibirla este año”. Es que a partir de las intimaciones, estiman recaudar unos 500 mil pesos por bimestre. Por su parte, Hermes Rodríguez, presidente de la Cámara de Comercio de San Juan, se mostró en contra de la iniciativa porque explicó que al cobrarle a las grandes empresas, dejarán de instalar carteles en los pequeños negocios, que sirven de “llamadores” para que la gente compre ese y otros productos, lo que terminaría perjudicando al local.

De acuerdo a la norma, el propietario de un negocio paga su respectiva tasa de comercio y si coloca un cartel dando a conocer su actividad, por ejemplo, en el frente de su local, abona un 10 por ciento más sobre el valor de la tasa. Ahora, hay grandes empresas, como las de gaseosas, cervezas y golosinas, por citar algunas, que publicitan sus productos en afiches, sombrillas, heladeras y cualquier soporte en comercios más chicos. Sobre esas firmas, que son alrededor de 30, recaerá la tasa, la cual tiene un valor de 153 pesos por metro cuadrado, es decir, que se contabiliza por el espacio que ocupan los carteles que se despliegan en los distintos negocios.

Para hacer el cálculo, Lima ordenó hace un año un relevamiento en todos los comercios de Capital. La tarea fue encarada por una empresa privada y se usó tecnología de avanzada, ya que los inspectores tomaron fotos de todos los carteles de otras firmas. Esa información fue cargada a un programa de computación que manejan desde el municipio, que servirá para constatar la publicidad exhibida.