Está en estudio en el Concejo Deliberante de la Capital un proyecto de ordenanza que apunta a regular la tarea del personal de seguridad de boliches y espectáculos nocturnos, comúnmente llamados patovicas, funciones que hoy están desreguladas totalmente. La intención es crear un registro, que según la capacidad del local haya un encargado del control cada 80 personas y que si algún lugar en el ámbito del departamento no tiene el personal en regla hasta pueda ser clausurado, entre otros puntos.

"Queremos que el personal que incluso está para el cuidado de nuestros hijos esté perfectamente identificado y capacitado", dijo el concejal justicialista Roberto Leuzzi, autor de la iniciativa.

El tema de los patovicas y los excesos que algunos cometen volvió a saltar al tapete cuando en marzo de este año, Eduardo "El Huevo" Villalba, que realizaba tareas de control en un boliche, fue acusado de causarle la muerte a Maximiliano González en una pelea a la salida de una fiesta.

En San Juan hay una ley, la 7775, aprobada en noviembre del 2006, que regula la vigilancia y custodia, pero que según Leuzzi nunca fue reglamentada y por lo tanto no se cumple. Incluso hace unos días recibió la visita en el Concejo Deliberante de un grupo de trabajadores que busca de armar un sindicato de patovicas (ver aparte), pero él sostiene que su intención de regular la actividad es anterior. El mismo grupo también estuvo en la Cámara de Diputados de la provincia, donde fueron recibidos por el diputado Víctor Menéndez (PJ). El legislador dijo que pidieron que la provincia adhiera a una ley nacional sobre la actividad y está analizando si le da rumbo al pedido.

En el caso de la comuna, lo que quiere hacer es crear un Registro municipal del personal de control de admisión y permanencia de público para espectáculos nocturnos y reuniones bailables, que estaría bajo la órbita de la Secretaria de Gobierno de la Capital.

Para inscribirse en el registro, los interesados deberán tener al menos 21 años de edad, mostrar certificado de buena conducta, tener capacitación en primeros auxilios y para actuar en siniestros o catástrofes, no haber tenido condenas por violación a los derechos humanos y no ser personal de las fuerzas armadas, de seguridad u organismos de inteligencia. Tampoco haber sido expulsado de ninguno de estos ámbitos.

El organismo de control, la Secretaría de Gobierno o el área que esta faculte, extenderá un carnet que deberá ser exhibido para su identificación por el personal.

Nadie podrá ejercer tareas de control de admisión o en el interior de los locales si no está inscripto en el registro. Y el local que tenga empleados no autorizados hasta podrá ser clausurado. A partir de la promulgación de la ordenanza, los patovicas tendrán hasta 180 días para regularizar su situación.