El oficialismo bloquista no pierde tiempo. El líder partidario, Leopoldo Alfredo Bravo, volvió a San Juan el fin de semana y ayer mismo empezó a tallar para que Graciela Caselles reemplace en la presidencia del partido a Edgardo "Chango" Sancassani, que el viernes último sorprendió renunciando al cargo. En medio de los fuertes embates de los opositores para romper la alianza con el PJ, principal motivo de la dimisión del zondino, Bravo y compañía ven en Caselles una garantía para continuar con esa sociedad política y patear el debate para más adelante.

Durante la mañana cara a cara y en la tarde por teléfono, "Polo" Bravo habló con dirigentes del Comité Central para testear el grado de aceptación que tiene Caselles para convertirse en la presidenta de la fuerza hasta julio de 2010, cuando vence el actual mandato. Una alta fuente partidaria aseguró que la idea es que la legisladora llegue con el mayor consenso posible, para evitar desgastes prematuros y fortalecer la posición de seguir, por el momento, de la mano con el giojismo.

Caselles es la vicepresidenta primera del partido, pero eso no le garantiza pasar automáticamente a comandar el bloquismo. Esto, porque la Carta Orgánica dice que ante la dimisión del presidente, el Comité Central puede elegir para el cargo a cualquiera de sus 43 miembros. El tema se definirá entre jueves y viernes, dijeron en el partido de la estrella, cuando el Comité Central se reúna para tratar la renuncia del Chango, que a esta altura ya dan por descontado que será aceptada.

La sociedad con el PJ es el mayor foco de conflicto interno. Los opositores alineados con Enrique Conti, Juan Domingo Bravo y Julio César Conca presionan para que el partido dé por terminada ahora mismo esa sociedad. Del otro lado, Bravo y sus seguidores quieren extender el vínculo, al menos, hasta principios de 2011, año de elecciones generales en las que el bloquismo quiere jugar con candidatos propios.

En ese contexto, la elección de Caselles no es casual. Apoya con uñas y dientes la alianza y en el oficialismo dicen que su designación sería ratificar esa línea política y evitar giros sorpresivos por presiones internas. Pero junto al resto de la conducción enfrentará un dilema: Cómo y cuándo romper el acuerdo pensando en 2011, cuando Bravo es embajador en Rusia por gestiones de Gioja y ella consiguió llegar al Congreso con el aval del mandatario provincial.

Sancassani reconoció ayer que su renuncia se debe en gran parte a la convulsión interna que ha causado la unidad con el PJ (Ver pág. 3). Inclusive, fuentes de su entorno dijeron que la gota que rebalsó el vaso fue cuando Conti lo cuestionó duramente hace unos días ante la dirigencia de Iglesia por sostener esa amalgama.

La discusión está lejos de terminar. Juan Domingo Bravo, hermano de Polo, aseguró ayer que no tienen ánimo de pelear por poner al reemplazante de Sancassani, cosa que le allana el camino a Caselles. Pero insistió que en "el cambio de nombres debería implicar terminar con el PJ ya, porque no tiene sentido cambiar para seguir en la misma línea que cuestiona la dirigencia".