Graciela Caselles es la dirigente bloquista que reemplazará a Leopoldo Alfredo Bravo como presidente de la fuerza, ya que hace poco fue elegida por sus correligionarios para secundarlo como vicepresidenta primera. Ayer, tras la muerte de Polo, la actual diputada nacional se quebró en llanto varias veces y casi que no quiso hablar de los temas partidarios que se vienen, entre ellos la discusión interna por la continuidad o no de la alianza con el PJ para las elecciones del año que viene. Sin embargo, aseguró que "José Luis Gioja y Leopoldo eran muy amigos, para mí se afianza el frente".
Lejos de pensar en que tras la desaparición de Polo se debilitará la alianza con el resto de los partidos que integran el Frente para la Victoria, la legisladora nacional aseguró que "creo que hay un fortalecimiento con las otras fuerzas, hay que seguir el camino que él nos pidió". Es que la intención del líder partidario era darle continuidad a la amalgama con el giojismo que él mismo había impulsado en las elecciones de 2007.
Conmovida, Graciela aseguró que "Polo era mi hermano". "Se me viene a la mente una mano de un hermano que me sostiene, en algún momento lo perdí y de repente apareció Leopoldo como un hermano, un amigo, un líder, era todo", señaló minutos después del arribo del féretro a la sede de calle Mitre del Partido Bloquista.
Entre lágrimas, la dirigente aseguró que "no tengo ganas de hablar del partido o de política". Se limitó a decir que la muerte del presidente "nos obliga a replantearnos hasta qué punto uno puede ser egoísta y no dejar todo en la cancha, uno lo miraba a él y veía que con mucho dolor dejó el máximo para el partido hasta el último momento de su existencia".

