Los concejales del Frente para la Victoria con el apoyo de un basualdista aprobaron ayer una ordenanza que establece un incremento salarial para la planta política del municipio de casi un 40 por ciento porque el intendente, la máxima autoridad del escalafón, pasará a cobrar 10.350 pesos mensuales desde unos 7.500 pesos que gana en la actualidad sin los descuentos de ley, según dijeron fuentes del Concejo Deliberante. Sin embargo el incremento, que es a partir del 1ro. de abril, no beneficia a la planta permanente de personal, incluidos los obreros, porque todavía no está instrumentada la ayuda del Gobierno provincial.
Pero el intendente Juan Elizondo se mostró sorprendido por la noticia y respondió que "no tengo nada que ver, no fue iniciativa mía".
Y hasta habló de la imposibilidad de hacer frente al pago. "Hay que ver si tenemos los fondos, lo tenemos que evaluar", dijo el jefe comunal.
Explicó que un grupo de concejales le había planteado la necesidad de mejorar las dietas, pero que la idea no había surgido del Ejecutivo municipal. Y dijo que fue el concejal basualdista Claudio Ramis el que estaba a la cabeza del planteo. El concejal no respondió a los llamados de este diario para consultarle.
Incluso fue el concejal Ramis en la sesión del Concejo de ayer el que introdujo el proyecto de ordenanza que salió aprobado con el voto de los justicialistas Pedro Díaz, Gerardo Bustos, Carina Ortega, Pedro Zalazar y del autor de la iniciativa, Ramis. La otra basualdista, Marcela Carrasco, votó en contra, y el radical Hugo Bueno estaba ausente, con permiso para participar en el homenaje a Alfonsín.
Según la Carta Municipal, los concejales están atados al sueldo del intendente. El presidente, que es Díaz, cobra el 85 por ciento del jefe comunal, 8797 pesos, y un concejal el 80 por ciento, es decir 8.280 pesos. También perciben el 80 por ciento los secretarios del municipio.
Lo que hizo la ordenanza fue fijar el sueldo del intendente, compuesto por dos ítems, una asignación básica y otra por representación jerárquica, de 5.175 pesos cada una. Ambas asignaciones son bonificables y remunerativas, es decir que llevan los descuentos de ley. Y sólo una genera para el cálculo de la antigüedad.
La única concejal que se opuso al incremento, Carrasco, dijo que "seguro que ahora vendrá el cuestionamiento social. La gente nos pide que trabajemos más y no que nos aumentemos los sueldos".
Mientras tanto sigue pendiente el incremento a la planta permanente que deberá esperar el auxilio del Gobierno provincial.