Camadas. Rosas y Mendoza hablaron sobre el cambio generacional de dirigentes en el departamento. La concejal cuestionó el manejo de fondos públicos del intendente, mientras que el segundo cuestionó la no realización de obras.


En una esquina, un histórico de la política, al punto de que estuvo al frente de la Legislatura tras la destitución del gobernador justicialista Jorge Escobar, fue dos veces intendente de Caucete y hoy busca llegar de nuevo al sillón municipal. En la otra, una joven de la nueva camada, que va por su segundo período como concejal y que también disputa el mando departamental. Son Emilio Mendoza y Romina Rosas, quienes se medirán en la interna del frente Todos. Y el tema de la vieja y nueva guardia en el peronismo salió a la luz. "Caucete necesita de un recambio generacional, el cual estamos buscando", lanzó ayer la edil en el programa "A todo o nada", de Radio Sarmiento. El exjefe comunal acusó recibo y señaló: "Romina habla de gente nueva. Acá hay una experiencia de años, que hemos querido compaginar con gente joven que integra nuestra lista". Se trató de un tibio cruce, dado que sobresalió la buena sintonía entre ambos y todo indica que esa será la tónica en todas las competencias internas, salvo alguna excepción que aparezca. Sí los dos aprovecharon para cuestionar al intendente basualdista Julián Gil, que va por la reelección, por el manejo de los fondos y la incorporación de familiares al Gobierno.

En las primarias cauceteras de la coalición oficialista también juega Sonia Recabarren, directora del Hogar de Ancianos, quien estuvo invitada al programa radial, pero a último momento no asistió por un problema de salud de un familiar, según expuso. Así, Mendoza y Rosas coincidieron en que ambos quieren llegar al sillón municipal y por eso no armaron una lista única. Los dos resaltaron que, tras el resultado de las Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO) del 31 de marzo, está acordado que los que pierdan trabajarán en conjunto para la general. En las elecciones 2015, en el justicialismo hubo voces que hicieron hincapié en que el exintendente, luego de perder la interna, mandó a votar por Gil. Al ser consultado, Mendoza reconoció que se lo planteó un dirigente peronista y que le respondió que "si tengo influencia para que vayan a votar por otro y lo logro, tendría que haber tenido la influencia para que me votaran a mí". Las internas suelen ser sangrientas en el PJ, pero la estrategia para esta contienda fue abrir la disputa en los distritos en los que el oficialismo no es Gobierno para movilizar a la militancia, que el ganador salga fortalecido y que todos luego trabajen para reconquistar la Intendencia.

Por eso, todo se encamina a que haya buenas migas entre los precandidatos y que sea una campaña tranquila, para luego cosechar el apoyo del vencido. Tanto Rosas como Mendoza remarcaron que el PJ no está debilitado y se mostraron confiados en ganarle a Gil. En ese contexto, los dardos fueron hacia la gestión departamental. La concejal dijo que son varias las falencias, pero que la principal es el mal manejo y la falta transparencia de los fondos públicos. Además, resaltó el "grado de nepotismo extremo, por el involucramiento de familiares en la toma de decisiones". Por su parte, el exjefe comunal hizo hincapié en la falta de realización de obras en el departamento. Además, los dos dijeron que en el caso de que llegasen a la Intendencia no tendrán parientes en sus equipos de Gobierno.