Cayó mal en el seno del Gobierno que ayer casi todos los locales comerciales del microcentro estuvieran con las persianas bajas para celebrar el Día del Empleado Mercantil. Es que el foco del enojo tiene que ver con que las autoridades del Centro Comercial dijeron públicamente el sábado pasado que iban a abrir “normalmente para prestar un servicio’’ a los turistas que llegaron por el Mundial de Hockey, cosa que no ocurrió.

“Les debe ir muy bien (a los comerciantes) que no abrieron. Habíamos hecho un pedido, yo hablé con el sindicato para que no hiciera problemas, pero bueno, decidieron que lo mejor era no abrir’’, ironizó anoche el gobernador Gioja. Quien se mostró más duro fue el ministro de Turismo, Dante Elizondo: “Pusimos absolutamente todo lo que teníamos que poner para que esto salga bien, como está saliendo.

Nosotros hicimos todos los deberes, pero no todos nos siguieron. Es una verdadera lástima, una pena que haya decidido la mayoría de los comerciantes no abrir’’. Y otro que se sumó a las críticas fue el presidente de la Federación Sanjuanina de Patín, Guillermo Velasco, que argumentó “lo lógico es que hubieran abierto’’.


Según el Sindicato Empleados de Comercio, el 95% de los locales permanecieron cerrados, mientras que para el Centro Comercial ese guarismo se ubicó en el 70%. “Creo que el hecho de que las grandes cadenas de supermercados y principalmente de electrodomésticos no abrieran, más otros negocios fuertes locales que se sumaron, tiró abajo las intenciones de muchos socios de abrir’’, se excuso ayer el vicepresidente del Centro Comercial, Eduardo Grossi.

Justamente Grossi fue quien informó oficialmente el sábado de la promesa de que unos 800 socios, nucleados en la entidad comercial iban a abrir sus puertas: “el microcentro estará todo abierto y en horario normal’’, dijo el sábado. Un dato más que llamativo es que varios socios de peso -entre ellos dos casas de indumentaria deportiva, una zapatería y otras dos de ropa informal-, que son tiendas con mucha concurrencia y que hubiesen generado un efecto contagio a los más chicos, desacataron la decisión y le dieron descanso a sus empleados, amparándose en la Ley 25.641.

Grossi ayer aclaró que “sólo podemos sugerir a nuestros asociados, pero no obligarlos a abrir’’. Por lo bajo, dos socios reconocieron que la decisión “tan sobre la hora’’ de que iban a abrir también fue perjudicial y terminó desalentando a “muchos’’.

Esta actitud no hizo más que profundizar el malestar en el Gobierno que ya venía de mal humor porque los comerciantes tampoco colaboraron con la difusión del Mundial de Hockey como se les pidió: la mayoría de las vidrieras no siguieron la sintonía que el propio municipio capitalino le dio a la Peatonal, colocando banderas de las 16 selecciones que arribaron a San Juan. “Parece que todo tiene que recaer sobre nuestras espaldas. Nosotros nos tenemos que encargar de traer el evento y de hacer la promoción’’, disparó ayer por la tarde un alto funcionario, visiblemente enojado.