El presidente venezolano, Hugo Chávez, visitó ayer el imponente glaciar Perito Moreno, uno de los destinos turísticos emblemáticos de Argentina, donde el intenso frío no impidió que el gobernante apreciara la belleza del lugar.
Enfundado en un sobretodo negro y con apenas cuatro grados de temperatura, Chávez contempló la monumental pared del glaciar, de 60 metros de altura y cinco kilómetros de frente, desde una embarcación en el Lago Argentino, en el Parque Nacional Los Glaciares, declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1981.
El mandatario venezolano, junto a sus hijas y nietos, recorrió también parte de las pasarelas del parque nacional, un balcón privilegiado para ver el glaciar, junto al gobernador de Santa Cruz, Daniel Peralta, y otros funcionarios argentinos y venezolanos.
El gobernante accedió a sacarse algunas fotos con los turistas e hizo unos breves comentarios a la prensa sobre la importancia de cuidar los recursos ecológicos como los glaciares.
Chávez y el resto de los visitantes se trasladaron al parque nacional desde la villa turística de El Calafate, a unos 80 kilómetros de distancia.
A esta localidad llegaron el viernes por la noche el gobernante venezolano y su colega argentina, Cristina Fernández de Kirchner, luego de tener una reunión privada y firmar una serie de acuerdos en la capital del país.
Chávez se alojó en el hotel de lujo Posada Los Alamos, donde ocupó la "suite real", de 80 metros cuadrados y que debe su nombre a los Reyes de España, que fueron sus ilustres ocupantes en 2004.
En "La Posta", uno de los restaurantes del hotel, Fernández de Kirchner y su esposo y antecesor, Néstor Kirchner, ofrecieron una cena en honor a Chávez, a quien el alcalde de El Calafate, Javier Belloni, lo declaró "huésped de honor" y le regaló dos libros, uno de fotos de la villa y una enciclopedia sobre la Patagonia.
Aunque El Calafate está acostumbrado a recibir sin sobresaltos "visitantes ilustres", se desplegó un importante operativo de seguridad. Ayer a la tarde, Chávez partió del aeropuerto El Calafate, rumbo a Buenos Aires. Desde allí iba a retornar a Caracas.
