El Gobierno provincial ya comenzó a trabajar en la refuncionalización de un área del nuevo hospital, con el objetivo de instalar el primer resonador magnético que tendrá la salud pública. El aparato llegó el año pasado a la provincia, estará en el ala Sur del subsuelo y es un avance tecnológico fundamental, porque permitirá detectar enfermedades complejas de alto riesgo. Calculan que en el segundo semestre estará funcionando, junto a un moderno tomógrafo que se complementará con el que ya existe en el nosocomio.
La instalación del nuevo equipo es esperada con ansiedad en el Hospital Rawson, fundamentalmente, porque implica una enorme modernización para el ámbito público en materia de salud. Pasa que el Estado nunca tuvo un resonador magnético y los estudios se pueden hacer únicamente en clínicas o sanatorios del sector privado.
El resonador tiene un valor millonario y es un aporte que el Ministerio de Salud de la Nación le hizo a San Juan. Llegó a la provincia el año pasado y en la gestión giojista estaban a la espera de que se ejecutara la Fase III del nuevo hospital, para instalarlo allí. Pero como la obra está parada (ver aparte), para no perder tiempo, decidieron ponerlo en otro sector.
El ministro de Salud, Oscar Balverdi, contó que el resonador estará en el ala Sur del subsuelo del nuevo hospital, donde hay personal de Infraestructura trabajando para dejar el lugar en condiciones y empezar con la instalación del sistema de alimentación del equipo. Según calculó el alfil giojista, “no llevará menos de 60 o 90 días”, por lo que estimó que empezará a funcionar a partir del segundo semestre de este año.
Así las cosas, por primera vez, en el nosocomio más importante se podrán hacer resonancias magnéticas. Entre otras cosas, este tipo de estudio permite detectar afecciones (como tumores) en el cerebro, la médula espinal, el esqueleto, el tórax, los pulmones, el abdomen, la pelvis, los pies y hasta en el corazón. Incluso, en algunos casos, este tipo de estudios proporciona imágenes de partes del cuerpo que no se pueden ver con tanta claridad en ecografías y tomografías.
Para los pacientes que asisten a los centros sanitarios estatales representa un beneficio directo. Actualmente, cuando el médico les pide una resonancia magnética para diagnosticar la enfermedad que sufren, son derivados al sector privado. Y no les queda otra que esperar el tiempo que lleva el trámite administrativo que inicia el Estado con esa finalidad.
El otro beneficio, es el económico. Cuando el Estado deriva un paciente, se tiene que hacer cargo del estudio y los valores son altos. Dependiendo de la parte del cuerpo a estudiar, una resonancia magnética en la parte privada cuesta entre 500 y 1.500 pesos. Desde ahora, al tener aparato propio, la provincia ahorrará dinero.
El tomógrafo también es un aporte que autorizó Manzur, de muy buena migas con el gobernador José Luis Gioja y Balverdi, y se instalará junto al resonador. Según el ministro, se trata de un equipo mucho más moderno que el que ya está en el nosocomio. “Puede hacer 16 cortes por toma y el que tenemos hace 2 por toma”, explicó.
En el Rawson dicen que el nuevo tomógrafo, con el que se puede diagnosticar, por ejemplo, cáncer en la zona craneana, cáncer de mama, de pulmón y de próstata o en la zona nasal, tiene una utilidad invalorable. Esto, porque el que está en funcionamiento hoy suele salir de servicio por desperfectos y mantenimiento y mientras se repara, no se pueden hacer estudios. Desde ahora, al tener otro, se espera que el servicio no pare nunca.