Desde ayer, el departamento 9 de Julio cuenta con un nuevo edificio para la vieja Comisaría Nº 11, que desde hace años funcionaba en instalaciones que habían quedado completamente obsoletas. La obra fue inaugurada por el gobernador José Luis Gioja y el reelecto intendente nuevejulino, Walberto Allende, en horas de la tarde. Minutos antes estrenaron una planta de agua potable en la ruta nacional Nº 20 que representa una solución sanitaria para medio centenar de familias.

El antiguo edificio de la comisaría, que está al lado de la sede municipal, frente a la plaza departamental, fue demolido y se hizo una obra completamente nueva, que demandó una inversión de 2,4 millones de pesos aportados por el Gobierno provincial y un plazo de ejecución de 1 año y 5 meses. El edificio tiene 515 metros cuadrados y cuenta con diez dependencias distintas, entre ellas 6 celdas. El personal de la dependencia policial recibió equipamiento nuevo y una camioneta, para mejorar el servicio de seguridad en el departamento. La celebración terminó con un brindis de fin de año en los fondos del establecimiento, en el que, además de Gioja y Allende, estuvieron, entre otros, el ministro de Gobierno, Adrián Cuevas, y los legisladores nacionales Ruperto Godoy y Daniel Tomas.

El año pasado, la obra empezó a dar sus primeros pasos en una visita que Gioja hizo al departamento. Con el intendente y el jefe de Policía en la gestión anterior, Miguel González, pusieron la piedra basal en señal de compromiso de que se iba a llevar a cabo.

Más temprano, los funcionarios cortaron la cinta en una planta potabilizadora de agua en la zona del cementerio municipal, sobre la ruta que une la cuidad con el departamento. La obra va a beneficiar en forma directa a unas 50 familias del lugar que no contaban con agua potable en sus viviendas. Los trabajos de construcción costaron aproximadamente 400 mil pesos e incluyeron la instalación de casi 4 mil metros de cañería para llegar a todos los hogares de la zona.