En el año 2001, los actuales miembros de la Corte de Justicia instauraron el sistema de concursos para ingresar a Tribunales porque es "indispensable" para "acrecentar el nivel de profesionalidad e idoneidad" de los aspirantes. Hace unos días, los mismos actores dejaron en el freezer aquel mecanismo y designaron a discreción a 39 personas, entre ellos al menos 17 parientes con sueldos que van de 2.600 a 2.900 pesos. Es, sencillamente, el resultado de escribir una cosa y el momento de la práctica, ir para el lado opuesto.

El reciente escándalo de las designaciones de familiares deja en evidencia que el máximo tribunal de Justicia se desdijo y cayó en una tácita contradicción.

Lo reflejan los documentos que firmaron desde 2001 hasta la fecha, en los que pasan de reivindicar y declarar "indispensables" los concursos para el ingreso de personal a desecharlos sin dar mayores explicaciones de por qué hace 8 años hacían falta para "acrecentar" la idoneidad de los aspirantes y por qué hoy no.

En 2001, la Corte que en ese entonces era presidida por Carlos Balaguer firmaba un Acordada número 10 para instaurar como política general el sistema de concursos para ingresar como empleado al Poder Judicial. En la argumentación, insistía en que una de las "máximas preocupaciones ha sido la implementación de instrumentos normativos que permitan mejorar el servicio de justicia". Además, sostiene que para "acrecentar el nivel de profesionalidad e idoneidad" del personal "se torna indispensable establecer normas que regulen y reglamenten, acabadamente, el ingreso de postulantes".

Esa férrea defensa de los concursos que ejercía la Corte choca de frente con lo que pasó hace poco. Los mismos cortistas, ahora presididos por Juan Carlos Caballero Vidal, reemplazaron aquella vieja acordada por una nueva de fecha 30 de septiembre de 2009 y designaron interinamente a 39 personas sin concurso y a discreción. Y para peor, al menos 17 son parientes de ellos mismos, de jueces, fiscales o funcionarios de otros Poderes del Estado.

Los fundamentos de semejante giro, nadie los conoce. En la acordada, los cortistas nada dicen de por qué ahora no hace falta la compulsa para determinar la debida aptitud de los aspirantes. Y cuando el escándalo salió a la luz, Caballero Vidal, Abel Soria Vega y Humberto Medina Palá se negaron a hacer declaraciones; mientras que Balaguer y Adolfo Caballero están de licencia por enfermedad.

Una fuente de Tribunales explicó que el régimen de concursos sigue vigente y que la última acordada, lo que hizo fue establecer que por única vez se deja de lado ese sistema. Pero lo cierto es que luego del concurso de 2005 que terminó en escándalo porque una aspirante denunció que el secretario Administrativo de la Corte, Luis Recio, le había adelantado bajo cuerdas las preguntas; las designaciones en forma discrecional han sido casi una constante.

Antes de las del 30 de septiembre, también este año, fueron nombradas seis asistentes sociales para la Secretaría Social y entraron sin concurso, según revelaron en Tribunales. A eso se le suman varias personas más que ingresaron como personal de maestranza, escalafón que no necesita de concurso de oposición, y que a la semana estaban cumpliendo tareas administrativas, según las fuentes.