La residencia que posee la familia Kirchner en El Calafate es el centro de atención para cientos de vecinos y de personas que viajaron a la localidad santacruceña consternados por la muerte del ex presidente Néstor Kirchner, ayer por la mañana, en el hospital local "José Formenti".
La vivienda del matrimonio Kirchner está a cuatro cuadras del centro de El Calafate, en medio de un frondoso bosque y rodeada por otras residencias, lo que dificulta su vista desde Alem y Los Tehuelches, donde se ubica. Entre quienes primero arribaron a la residencia estuvieron el gobernador de Santa Cruz, Daniel Peralta, quien aterrizó en El Calafate poco antes de las 11.
Luego llegaron funcionarios nacionales, encabezados por el jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, y entre quienes estuvo el titular de la SIDE, Héctor Icazuriaga.
La gente se concentra en torno a un cerco que estableció Gendarmería Nacional, expresa su congoja y comparte anécdotas ligadas al ex presidente fallecido. Además de los vecinos de El Calafate, desde que se conoció la noticia fue incesante el arribo a la villa turística de cientos de personas que viajaron en avión desde todo el país y también por tierra de otras ciudades de Santa Cruz, en especial desde Río Gallegos, a 300 kilómetros de distancia.
El aeropuerto local incrementó su movimiento habitual, de cuatro o cinco vuelos diarios regulares de línea. También las calles del pueblo mostraron más tránsito del acostumbrado, tanto de vehículos particulares como colectivos y combis.
Esto fue más ostensible de media mañana hasta el mediodía, cuando la noticia comenzó a trascender. Todas las banderas de la localidad lucieron a media asta y los comercios, restaurantes y confiterías, que ya funcionaban parcialmente debido al censo, cerraron sus puertas.
Al mediodía, como comenzó a reunirse una multitud frente al hospital, resolvieron llevar el cuerpo a la residencia nuevamente.
Los Kirchner se encontraban desde el martes pasado en la residencia Los Sauces, donde el diputado acompañaba a su esposa que padecía un cuadro gripal, pese a lo cual mantuvo reuniones con dirigentes políticos locales que se extendieron hasta la madrugada de ayer. El ex presidente cenó con allegados a la familia en la residencia y las reuniones se extendieron hasta pasada la medianoche.
