Asunción, 24 de julio.- La presidenta consideró que "un pronunciamiento sencillo pero claro y contundente ayudaría a que quiénes nos miran y nos escuchan vean que no sólo estamos dispuestos a discursos de ocasión sino a producir pronunciamientos y medidas que ayuden a la protección de la democracia y de la vida, que están íntimamente relacionadas".
En su intervención en la cumbre, Cristina planteó la necesidad de "abordar la cuestión con mucha decisión y precisión" para condenar cualquier intento de lo que denominó "golpes benévolos".
En ese sentido, la presidenta consideró que la posibilidad de avalar un proceso electoral en Honduras convocado por los golpistas "constituiría sin lugar a dudas la carta de defunción de la Carta Democrática de la OEA y también tornaría una ficción la cláusula democrática del Mercosur".
"Creo que deberíamos hoy tener un pronunciamiento claro y contundente en este ámbito acerca de estas cuestiones", remarcó Cristina, quien llamó hacerlo "sin estridencias, sin discursos panfletarios".
En este sentido, la presidenta llamó a expresar "la certeza y la precisión" de que no se puede "tolerar lo que sería una ficción de un golpe de facto que destituye a un gobierno democrático y luego se compromete a llamar a elecciones y entonces se reconoce ese proceso electoral posterior".
"Me parece que hay una estrategia de esta naturaleza", advirtió la Presidenta, quien afirmó que, tras la exclusión de Honduras de la OEA, "se sucedieron hechos e intervenciones que tienden a demorar o dilatar lo que debe ser la restitución sin ningún tipo de condicionamientos a quien es el presidente constitucional".
Luego, en declaraciones a la prensa, Cristina reveló que el presidente hondureño depuesto, Manuel Zelaya, se comunicó con ella telefónicamente desde Nicaragua para agradecerle sus palabras con respecto al golpe.