La inédita investigación por trata laboral en la provincia recibió el impulso clave para que ingrese en la etapa de juicio. El fiscal federal Francisco Maldonado le pidió al juez Leopoldo Rago Gallo que envíe la causa al Tribunal Oral para que se sienten en el banquillo de los acusados el productor Aldo Jorge Carrascosa y el cuadrillero Julio Córdoba.

El primero está en la mira por explotar laboralmente a unos 25 trabajadores golondrinas de Tucumán y someterlos a pésimas condiciones de empleo y alojamiento en dos fincas y una casa de su propiedad. El segundo se encuentra bajo la sospecha de ser el encargado de captar a seis de esas víctimas y trasladarlas a San Juan a través de engaños. Ambos están en libertad, pero corren riesgo de quedar presos tras el debate.

El caso estalló por un procedimiento que Renatea realizó el 18 de noviembre de 2014 en la finca y en una vivienda que Carrascosa tiene en Albardón. El personal comprobó que en ambos inmuebles estuvieron al menos 19 personas oriundas de Tucumán (dos de ellas menores de edad) que habían sido contratados para la cosecha de uva y que vivían hacinados, dormían en colchones tirados en el suelo, sin agua potable ni baños, por lo que debían bañarse en un canal.

Tampoco contaban con energía eléctrica ni heladera y tenían que cocinar su comida haciendo fuego al aire libre. En otro operativo que se efectuó el 22 de diciembre de ese año, inspectores de Renatea y la Subsecretaría de Trabajo hallaron a seis obreros tucumanos en una finca que Carrascosa posee en Zonda. Los trabajadores, quienes fueron reclutados por Córdoba, se encontraban en las mismas condiciones que en el primer caso, según la causa.