En San Juan se impuso la formula del partido bloquista Leopoldo Bravo-Jorge Raúl Ruiz Aguilar. El triunfo aseguraba una cierta continuidad política en la provincia porque importantes dirigentes del partido de la estrella habían ocupado de facto la gobernación en los últimos años de la dictadura.
En 1985, cuando se realizan elecciones parciales para renovar diputados nacionales y elegir constituyentes, destinados a reformar la Constitución provincial, el bloquismo obtuvo una estrepitosa derrota y la Unión Cívica Radical (UCR), un magistral triunfo. Bravo renunció al cargo de Gobernador y lo reemplazó Ruiz Aguilar, quien se desempeñaba como vice.
La UCR obtuvo una amplia mayoría de constituyentes que en 1986 le permitió reformar la Constitución Provincial y promulgar la que actualmente rige.
Pero el triunfo radical tuvo un corto andar. En 1987, el bloquista Carlos Gómez Centurión se impuso en las urnas. Su gobierno anduvo siempre escaso de fondos porque a nivel nacional ya se insinuaba la grave crisis hiperinflacionaria que liquidaría al gobierno del presidente Raúl Alfonsín.
En 1989, Jorge Escobar se impuso en las elecciones de 1991, llevando como compañero de formula a Juan Carlos Rojas. Así, el PJ llegó por primera vez al poder desde 1983. Escobar va a llevar adelante las transformaciones que el proyecto neoliberal imponía, como el achicamiento del estado y un decidido apoyo a la conversión de la agricultura y vitivinicultura.
Aunque nunca contó con el respaldo pleno del justicialismo local, que en unión con los partidos opositores lograron destituirlo a partir de un juicio político que luego la justicia terminó considerándolo nulo. Fue repuesto en su cargo y logró nuevamente imponerse en las elecciones de finales de 1995, con lo que logró el respaldo popular para un segundo mandato. La segunda gobernación de Escobar se va a enfrentar con una creciente escasez de recursos motivada en este casos por el agotamiento del modelo de la convertibilidad.
Estas circunstancias fueron aprovechadas magistralmente por el médico Alfredo Avelín, que con su partido la Cruzada Renovadora y en unión con un variopinto grupo de agrupaciones políticas, constituyó la Alianza en San Juan. En 1999 más del 50% eligió la fórmula Alfredo Avelín- Waldino Acosta. Su gobierno no careció indudablemente de buena voluntad, aunque esto no era suficiente para gobernar en la situación en la que asumió y que se degradó terriblemente cuando a principios del 2001 se produjo el quiebre de la convertibilidad. La realidad llevó a que la legislatura iniciara un juicio político al gobernador que implicó su destitución, por lo que debió completar el mandato Acosta.
En el 2003, se impuso la formula justicialista José Luis Gioja- Marcelo Lima. Cuatro años después Gioja obtuvo la reelección y Lima fue electo intendente del departamento Capital. En los dos últimos mandatos justicialistas, la provincia ha crecido económicamente a un ritmo muy importante que ha permitido duplicar su PBI.
El próximo mandato deberá prepararnos para que no nos sorprendan los profundos cambios que se producirán a nivel mundial como consecuencia de la grave crisis financiera y económica que sacude el planeta y que no dejará de influenciarnos. Se trata, nada más y nada menos, de que los cambios que se anuncian nos encuentren con el paraguas desplegado.

