Tras las declaraciones del candidato a diputado nacional bonaerense por Unión-Pro, Francisco De Narváez referidas la realización de un ajuste en el gasto público y minorizar la obra pública, los opositores del Frente Para la Victoria (FPV) salieron a repudiar dicha postura.

"Tenemos que ir a un ajuste del gasto público que no necesariamente implica una devaluación; tiene que pasar, entre otras cosas, por la obra pública", dijo De Narváez en una entrevista concedida al diario Clarín, lo que desató la polvadera en la campaña electoral.

La mayor de las críticas provino del ex presidente y candidato a diputado nacional Néstor Kirchner, seguido por el gobernador Daniel Scioli, intendentes peronistas y la UOCRA.

El marido de la Presidenta desde Florencio Varela, en pleno conurbano bonaerense, convocó a "cuidar la obra pública" con el voto, porque "los personeros de la década del ’90" quieren "pararla", en alusión a su competidor de Unión-Pro.

Kirchner advirtió que "vienen por el dinero del pueblo" y llamó "cuidar la obra pública porque genera movimiento económico, 500 mil puestos de trabajo directos, un millón de puestos de trabajo indirecto y gracias a la obra publica de consolida el trabajo"."Dicen que es un gasto y hay que pararla. Gracias a la obra pública se movilizan todos los pueblos, tenemos que cuidarla con nuestro voto", afirmó el titular del Justicialismo.

Scioli también replicó a De Narváez al señalar que los candidatos de Unión-Pro "sólo proponen volver al pasado y demorar las cloacas en Florencio Varela". Del mismo modo, un grupo de intendentes del conurbano bonaerense y de la Federación Argentina de Municipios (FAM) expresaron su "enérgico rechazo" a las declaraciones del candidato de centroderecha. "La obra pública es lo que le da a un país reactivación, movilidad laboral y ocupación de puestos de trabajos, más todavía en estas épocas en que el mundo se debate en una profunda crisis de carácter recesiva", enfatizaron.

Para los jefes comunales, "la construcción de viviendas, el agua potable, la realización de cloacas y de pavimento, entre otras, no sólo dignifican a quien pone su mano de obra para que esto se construya, sino que también mejora la calidad de vida de los millones de argentinos que las reciben y esto nos hace ser un país más justo y equitativo". Ejemplificaron que "incluso el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, señaló a la obra pública como el principal camino para la reactivación de la economía norteamericana y De Narváez, pretende paralizar algo que está sirviendo para que la recesión no golpee en cientos de miles de hogares de nuestro país".

De esta manera se manifestaron los jefes comunales de: Florencio Varela, Julio Pereyra; Ituzaingo, Alberto Descalzo; Berazategui, Juan José Mussi; Avellaneda, Baldomero Alvarez de Olivera; Hurlingham, Luis Acuña; San Fernando, Osvaldo Amieiro; Moreno, Andrés Arregui; Merlo, Raúl Othacehe; Quilmes, Francisco Gutiérrez; Almirante Brown, Darío Giustozzi; Lanús, Darío Díaz Pérez; Lomas de Zamora, Jorge Rossi; San Vicente, Daniel Di Sabatino; Berisso, Enrique Slezak, entre otros.

A estos repudios se sumó el de la Unión Obrera de la Construcción (UOCRA), que mediante un comunicado expresó que "el ajuste en la obra pública e infraestructura -tal como propuso De Narváez- detendría el desarrollo económico y la generación de empleo, representaría el regreso a las políticas neoliberales de los años ’90 y, además, se contrapone a las estrategias instrumentadas en el mundo para superar la crisis" financiera.