Cecilia Soto (31) -casada y con dos hijos, uno de 2 años y otro de 11 meses- estuvo años y años metida de lleno en los libros para recibirse de Licenciada en Ciencias Políticas, pero para descubrir su verdadera vocación, la de hacer manualidades, pasaron apenas instantes y casi que fue fruto de la casualidad.

Esa actividad que se inició como un hobby se convirtió en su trabajo. No esta sola en esta tarea, le dan una mano su mamá y papá. Su especialidad son los souvenirs realizados en porcelana fría y los comercializa bajo el nombre de ‘Naranjo en Flor’.

‘’Todo empezó con la comunión de mi ahijado, cuando le quise hacer un angelito. Cuando lo vio mi tía, que es maestra jardinera, nos dijo si queríamos presentar cosas para vender y le dimos para adelante. Luego nos fuimos dando cuenta que tenían salida y nos metimos de lleno en esta tarea. Digamos que fue ‘sin querer queriendo’ que llegamos a esto’’, se sinceró Cecilia. Y agregó, ‘’hubo una gran cuota de visión a futuro que nos permitió de alguna manera saber que era una actividad que no estaba en la provincia muy bien desarrollada y que con empeño podíamos hacernos un lugar’’.

El comienzo fue hace 5 años y se convirtió en un microemprendimiento familiar que creció con los años y hoy en día ya hacen cosas para casamientos, pesebres, bautismos, jardines de infantes, regalos empresariales o imanes para heladera. No le es fácil el trabajo cotidiano a Cecilia porque sus dos hijos son pequeños y debe cobijarse en la colaboración de los abuelos y esposo para poder cumplir con todos los pedidos, cuando por ejemplo esta semana despachó 140 pesebres y tenían a medio hacer otros tantos souvenirs.

Una herramienta clave en ese crecimiento fue la red social Facebook, que le ha permitido llegar con sus creaciones a Mendoza, Córdoba y Buenos Aires, donde ocasionales clientes hicieron sus pedidos. Aunque reconoció Cecilia que en la provincia el ‘’boca a boca’’ es clave para hacerse conocer.

‘’A veces veo las cosas que hacía cuando empecé y ¡me espanto! Te juro que antes no sabía hacer nada de esto y hoy casi que soy una experta. Hay una evolución lógica que nos ha permitido llegar a cubrir un nicho del negocio que no estaba bien desarrollado pero acá no hay secretos, porque esto es una mezcla de paciencia y mucha dedicación, mucho más cuando tenés dos hijos chicos que te demandan atención y tiempo’’, apuntó.