Con un sistema de ticket, asignado por persona y por vehículo, en el Ministerio de Salud Pública controla el combustible que cargan los choferes. A través de ese mecanismo, constataron que conductores llenaban el tanque de sus respectivas movilidades con nafta y luego con gasoil. Es decir, la sospecha es que usaron uno de los combustibles para otra unidad que no era oficial. No fue lo único que saltó, ya que algunos de ellos dejaban completo el tanque y a los pocos minutos volvían a hacerlo. Y hasta hay un caso en el que uno de ellos pidió viáticos para ir a Buenos Aires, pero se constató que estaba en la provincia. Por todos esos elementos, desde la cartera sanitaria radicaron una denuncia contra catorce implicados, de los cuales, trece son choferes y una es administrativa. Entre ellos se encuentra el jefe de movilidades, el encargado de mantenimiento y la de controlar los tickets, quienes pueden quedar bajo la lupa por el incumplimiento de los deberes de funcionario público, señalaron fuentes calificadas. Además estará bajo investigación el delito de estafa, malversación de caudales públicos y hurto.

El período en el que se contempló la presunta modalidad delictiva va desde diciembre de 2016 y abarca 2017. De los 14 involucrados, once son de planta permanente y tres son contratados. En el plano administrativo ya se habían abierto sumarios y pese a que reinó el hermetismo, desde la cartera sanitaria decidieron suspender a los trabajadores efectivos hasta la finalización del trámite interno, los que seguirán cobrando sus haberes. En cuanto a los temporarios, a los tres les rescindieron sus contratos. Lo que también estará bajo la lupa de la Justicia es la actuación de quiénes vendieron el combustible, indicaron las fuentes.