La armonía que lograron mantener este año el gobierno y el gremio docente UDAP, el más importante y aguerrido del sector, sufrió un remezón el jueves a causa del paro de los maestros para pedir Justicia en el caso de Mariano Ferreyra, el militante que fue asesinado un día antes en Buenos Aires en un enfrentamiento sindical. El gobierno se ve ahora en una posición incómoda que pasa por resolver si descuenta a no el día y los contra de cada una. El Ejecutivo tiene la facultad de no pagar y de hecho lo viene haciendo, pero duda porque podría interpretarse que es ir en contra de un tema tan delicado como el repudio popular de la muerte de un hombre en el ejercicio de su derecho de protestar. Al mismo tiempo, evalúan que hacer la vista gorda sería dar vía libre a que los docentes adhieran sin miramientos a cualquier medida nacional y costaría retomar la política de descontar cuando no hay contraprestación al frente del aula.
Aunque públicamente el asunto parece estar en la nebulosa, las declaraciones permiten deducir que el gobierno está más cerca de desistir de cualquier descuento. La ministra de Educación, Cristina Díaz, aseguró que "como acá se trata de un paro nacional, que no tiene que ver ni con la relación del gremio con el gobierno ni con temas que están en paritaria, lo tenemos que analizar". El análisis, más que legal, pasa por un aspecto netamente político. De hecho, adelantó que se reunirá con los sindicalistas, con UDAP a la cabeza, para hablar del tema.
La funcionaria giojista se quiere asegurar que si no hay poda en los haberes de octubre, a futuro no habrá abusos del sector docente. Tan es así, que dijo que la con los dirigentes será para que "esto no sea la metodología común para solicitar colectivamente". La respuesta que recibirá es casi obvia.
Apenas se enteró del sorpresivo paro, el miércoles en la noche, la ministra lo criticó. "Independientemente repudio lo que ha ocurrido en la ciudad de Buenos Aires, debo decir también que no es la metodología, es decir uno tiene que tomar una medida cuando se supone que con esa medida va a obtener algún resultado. ¿Qué resultado se obtenido en relación al esclarecimiento de este hecho? Porque la muerte de este chico es algo absolutamente irreversible. ¿Qué hemos aportado, que hemos agregado al esclarecimiento?", lanzó Díaz.
La ganancia oficial de avanzar con el descuento sería ser consecuente con el discurso de no pagarle al que no trabaja. Pero hay algunos contras que no pasan por alto en Libertador y Paula. Evalúan que sería quedar en contramano con el rechazo generalizado que desató en el país, con marchas en todas las provincias, la muerte de Ferreyra. Y aunque ese no sería el espíritu, los discursos gremiales podrían ir en ese sentido.
Además, no pierden de vista que se recrearían las condiciones de una situación no deseada de conflicto, que alteraría la paz de este año con los maestros y que se ve traducida en la que la mayoría de las escuelas llegarán al tiempo pautado de clases. Sin ir más lejos, después de cada paro en años anteriores, la disputa por el descuento de los días generó tanto o más desgaste que la medida de fuerza misma. Y hasta motivó un contraataque de los sindicatos con más huelgas.
En el entorno de la ministra confesaron que sintió el impacto. Pasa que con un sector tan luchador como el docente, con años consecutivos de conflicto y de paros infaltables, en el gobierno analizan como todo logro político de alta cotización haber evitado la pérdida de días en este ciclo lectivo. Alguien dijo que en la intimidad comentó con impotencia que da pena que la docencia continúe con las huelas como única metodología para reclamar algo.
