Era visto como el proyecto de candidato a Gobernador y uno de los que estaría en la pelea de la eventual sucesión de Sergio Uñac. Pero, el PJ perdió el control del Ejecutivo y Emilio Baistrocchi cayó en su búsqueda de la reelección en la Intendencia de la Capital. Así, quedó en el llano, en un escenario difícil para el crecimiento político. Pero, para romper ese molde, el exjefe comunal salió a hacerse notar al sentar una postura contraria a la del presidente del partido y del giojismo durante la reunión del lunes pasado en la que se definió la prórroga de mandatos de autoridades del justicialismo. Incluso, su embestida fue tal que ubicó a los dos referentes del peronismo en el kirchnerismo, con el objetivo de tratar de posicionarse como una opción de centro y no K. En su entorno señalan que está envalentonado, que está trabajando en alianzas, que hará movimientos para ganar “músculo” y que dará golpes de efecto. Sin embargo, enfrenta un camino empinado porque no son pocos sus detractores que hasta le cuestionan su peronismo y su poca cercanía con la militancia. Incluso, según fuentes calificadas, tres Juntas de Capital (Centro, Concepción y Trinidad) hoy no lo acompañan en su movida y respaldan a Uñac, su otrora impulsor.

Si bien habían trascendido sus diferencias con el exgobernador, en el uñaquismo no dejó de llamar la atención su postura y la dureza de sus definiciones posteriores. En Radio Sarmiento, habló de que se forzó el sistema electoral con la ley de lemas (“un sistema retrógrado”, dijo), la candidatura de Sergio Uñac (que bajó la Corte Suprema) y la postulación de su hermano Rubén. “Así estamos”, destacó. También indicó que hubo un acuerdo de cúpulas (uñaquismo – giojismo) a espaldas de los afiliados y resaltó los “errores políticos” producto de los “personalismos”.

Frente a ello, están los que piensan que se trata de una estrategia de Uñac para ubicar a una figura distinta. Baistrocchi fue su secretario Legislativo en la Cámara, su ministro de Gobierno y de su mano llegó a la Intendencia. No obstante, desde ambos sectores lo descartaron y en el círculo del ex jefe comunal reconocieron que el vínculo está roto por una mezcla de cuestiones personales y por la falta de apoyo en la campaña 2023, a diferencia del que recibió su rival interno, Carlos Lorenzo.

Lo que dice el capitalino sobre la pelea entre Uñac y Gioja como uno de los factores de la derrota del PJ es compartida, por lo bajo, por varios referentes. Ahora, ¿podrá canalizar y aglutinar a los caciques departamentales bajo su figura, teniendo en cuenta que hoy no cuenta con poder territorial? En su sector o en su grupo están esperanzados. En declaraciones radiales, no descartó jugar la interna, aunque aclaró que fue presidente de la Junta Electoral y “sé cuál es el margen que existe para hacer cosas buenas y malas”. Asoma como una quimera que pueda darle batalla a cualquiera de los dos grandes referentes del justicialismo. ¿Ganaría inclusive perdiendo, si es que decidiera anotarse, con el fin de obtener exposición?

Por otro lado, ¿logrará la fuerza como para constituir una línea interna que lleve a otra división (se verá si minoritaria o no), que conduzca a, de cierta manera, tenerlo en cuenta en futuros lugares? En el horizonte, estarán enfrente, entre otros, Cristian Andino, quien viene jugando con Uñac, y Fabián Gramajo, que fue candidato a vice de Gioja, pero tiene su juego propio. Todo indicaría que los identificaría como los sucesores de quienes, bajo la mirada de varios, fueron responsables de la derrota. Además, hay una liga de intendentes y se verá si tiene cabida o recepción, sumado a que también tiene que hacer pie en las Juntas de Capital, su terruño.