El titular de la Unión Ferroviaria (UF), José Pedraza, fue detenido ayer en el contexto de la investigación por el asesinato del militante del Partido Obrero (PO) Mariano Ferreyra, en una decisión judicial que provocó la inmediata reacción del gremio, a través de medidas de fuerza y movilizaciones en reclamo de su libertad.

La detención se da porque, según trascendió, en la causa habría escuchas telefónicas que comprometen al dirigente sindical. Mientras, la presidenta Cristina Fernández de Kirchner -en su única aparición pública de la jornada que fue un acto en Miramar- no hizo mención alguna sobre tema, igual que el resto de sus colaboradores.

También fueron detenidos por la misma causa los sindicalistas Juan Carlos "Gallego" Fernández -segundo de Pedraza en la Unión Ferroviaria- y Daniel Alcorcel.

Pedraza fue detenido cerca de las 6 de ayer por personal de Gendarmería en su domicilio de Puerto Madero, aunque para los investigadores fue complicado determinar, primero, su dirección real ya que tenía acreditada otra: un departamento en la Avenida del Libertador, de esta capital.

Recién a las 20.10 de ayer Pedraza comenzó a ser indagado por la jueza Susana Wilma López, quien entiende en la causa. Pasada las 23, aún no se conocieron detalles al respecto. Previamente había declarado el "Gallego" Fernández, después Alcorcel.

Por estas detenciones, desde temprano el resto de la conducción de la UF dispuso el "estado de alerta y movilización total en todo el país", que derivó en medidas de fuerza en la líneas Roca y Mitre que mantuvieron algunas horas suspendidos ambos servicios.

No obstante, el gobierno dispuso a través del Ministerio de Trabajo de Carlos Tomada la conciliación obligatoria y tomó la previsión a través de la secretaría de Transporte a cargo de Juan Pablo Schiavi, de cerrar de la estación Constitución, para evitar posibles incidentes a raíz de la suspensión del servicio ferroviario. Los gremialistas aceptaron la propuesta de Tomada, y los trenes volvieron a funcionar.

Las manifestaciones se hicieron, en un intento por reeditar lo ocurrido días atrás con la detención del jefe de la UATRE, Gerónimo "Momo" Venegas. Es por eso que los de la UF se hicieron presente en la puerta del despacho de la jueza López.

Durante los últimos dos meses, la justicia analizó decenas de horas de grabaciones de comunicaciones telefónicas y llegó a la conclusión de que los sindicalistas Pedraza y Fernández estuvieron al tanto de lo que estaba ocurriendo en Barracas, donde se produjo el ataque de la patota contra los militantes del PO y los tercerizados.