Eduardo Duhalde se quedó solo en la campaña por la Presidencia, al punto que ni su compañero de fórmula de Unión Popular, Mario Das Neves, puso demasiado el cuerpo en los casi dos meses entre las primarias y las elecciones generales.
Su campaña estuvo signada por ausencias prolongadas, denuncias de fraude contra la presidenta Cristina Fernández de Kirchner que no recogieron apoyo en otros sectores de la oposición, diferencias públicas con su candidato a vice, peleas abiertas con Alberto Rodríguez Saá, acusaciones a Hebe de Bonafini fuera de tiempo, condena al matrimonio gay y un discurso de caos político y económico de dudoso anclaje electoral.
En casi dos meses, Duhalde no logró cambiar el escenario que quedó definido en los primeros minutos del 15 de agosto pasado y sus actos quedaron circunscriptos más a sus compañeros permanentes del Conurbano que a los colegas con los que impulsó la Unasur, como su ‘desaparecido‘ amigo Luiz Inacio Lula Da Silva. Sin los apoyos económicos prometidos por sus principales socios políticos, el ex presidente tuvo que limitarse a conferencias y presentaciones en universidades y locales partidarios de envergadura reducida.
Hilda ‘Chiche‘ Duhalde tuvo contadas apariciones, las voces del sindicalista Luis Barrionuevo y de su esposa Graciela Camaño -claves con Gerónimo ‘Momo‘ Venegas de la ‘pata sindical‘ de Unión Popular- apenas se escucharon, mientras candidatos con potencial como Martín Redrado parecieron evitar a Duhalde. Los viajes al interior fueron contados y en cada lugar, las escenas fueron las mismas: más dirigentes que militantes y ataques rabiosos contra el kirchnerismo. El ex presidente estuvo en Santiago del Estero, en San Juan, en Córdoba (entre otras) y, principalmente, en el interior de Buenos Aires y el Conurbano.
Mientras, pareció descuidar los votos que obtuvo en la Capital, el único distrito en el que cosechó un volumen relevante de sufragios -414.575-, frente al socialista Hermes Binner y el peronista Rodríguez Saá.
De hecho, la aspiración de máxima de tener una foto con Mauricio Macri se estrelló con la decisión del jefe de gobierno porteño de evitar involucrarse en la campaña. El líder del PRO se esmeró en todos los casos en estar bien lejos del ex presidente. El final del accidentado derrotero fueron los avisos de campaña, en los que el ex presidente propone ‘vamos para adelante‘ y en los que diversas personas declaran un ‘yo lo voto‘.
En este escenario es que Duhalde comparte con su colega del radicalismo Ricardo Alfonsín tanto una performance similar en la primaria -disputaron el segundo puesto por décimas- como las chances de pelear el cuarto o quinto lugar en octubre, debido al ascenso de Binner y Rodríguez Saá.
Fuente: DyN

