La Unión Obrera Metalúrgica (UOM) a nivel nacional llevó a cabo la medida más drástica que puede tomar contra la seccional San Juan: intervenir el gremio, lo que conllevará al desplazamiento de la actual conducción. La movida se produjo el martes y fue confirmada ayer por distintas fuentes ligadas al ámbito sindical, ya que el secretario General, Ariel Gutiérrez, no contestó los llamados de este medio ni pudo ser ubicado en el gremio, mientras que Julio Figueroa, secretario Administrativo, no quiso hacer declaraciones públicas. El interventor ya se encuentra en la provincia y no han trascendido los motivos oficiales de la embestida, por lo que arreciaron las versiones y se han desatado múltiples interrogantes. Según las fuentes, representantes de una línea habrían denunciado irregularidades administrativas y financieras ante la sede central, desde donde consideraron que existe la sospecha suficiente para avanzar con una intervención.

En la convivencia gremial, las delegaciones provinciales deben tener una excelente relación con la sede nacional, ya que existe una dependencia. En el caso de la UOM, quedó más que claro el vínculo está roto. El interventor (que viene de Buenos Aires y del que no trascendió su nombre) ya hizo pie en el gremio, al punto de que ha mantenido reuniones con las autoridades sanjuaninas. En su rol, puede conformar un equipo de abogados, contadores y auditores para corroborar o desechar las presuntas irregularidades. Por el contrario, puede llevar la gestión en una especie de piloto automático hasta el próximo llamado de elecciones.

La medida es un duro golpe a la actual cúpula del gremio metalúrgico. El secretario General es Gutiérrez, un joven dirigente que formaba parte de una nueva camada sindical y que venía timoneando la entidad desde 2017. Un referente de peso es Figueroa, quien hoy es secretario Administrativo, una especie de número tres, pero que continúa con una fuerte influencia. De hecho, condujo la UOM por más de 10 años y también es el secretario Gremial de la Confederación General del Trabajo (CGT) local.

En el medio, trascendió que en el sindicato tienen que elegir a los delegados gremiales en distintas empresas para, luego, llevar adelante el comicio de renovación de autoridades de la UOM, cuyos mandatos duran cuatro años. La intervención y el avance y el resultado del conflicto puede ser el punto final para la carrera de los actuales directivos, analizaban las fuentes.

Este medio trató de contactar a referentes del sindicato a nivel nacional, que conduce Antonio Caló, para conocer los motivos oficiales de la intervención, aunque tampoco hubo respuestas. Así, se dispararon una catarata de interrogantes, que coincidían con las versiones que circulaban. ¿Hubo un manejo irregular o malversación de fondos? ¿La administración de la obra social de los metalúrgicos atraviesa problemas económicos y tiene algo que ver con la denuncia? ¿Hubo también anomalías de tipo administrativo financiero? Dudas que pueden develarse o descartarse en la medida que se profundice una investigación puertas adentro.

La UOM es uno de los gremios fuertes del sector privado, aunque, con el correr de los años, ha perdido el peso de épocas pasadas, debido a las sucesivas crisis económicas del país que han afectado el empleo registrado y al metalúrgico en particular. Según los últimos registros difundidos, el padrón de afiliados en las últimas votaciones fue de unas 1.500 personas. De acuerdo a las fuentes, el sindicato en San Juan supera los 100 trabajadores propios.

Antecedentes

Las fuentes recordaban la intervención que atravesó en 2013 el gremio Gastronómico, en el que se dio un dato llamativo. El sindicalista que sufrió la medida fue Juan Carlos Hierrezuelo, quien, a su vez, fue designado como interventor. También está el antecedente de la intervención contra el gremio SOEME.