Se veía venir cuando el gobernador Sergio Uñac dijo hace un par de semanas que ‘no es imposible‘. Ayer lo hizo oficial cuando anunció que todos los empleados de la administración pública cobrarán un plus de 5.600 pesos, empezando con la primera cuota de 1.400 pesos en octubre. Para el Estado representa una erogación superior a los 200 millones de pesos y todos dan por descontado que servirá para reactivar el consumo. Los contratados recibirán por el mismo concepto 3.900 pesos y el Ejecutivo mandará una ayuda a los municipios para que sus empleados también perciban el adicional.
“Esto es un paliativo, lo razonable sería que la inflación bajara”, dijo ayer Uñac en la conferencia de prensa que brindó junto al ministro de Hacienda, Roberto Gattoni. Con esa frase puso el ojo en la gestión macrista por el constante incremento de precios y reconoció que ese fenómeno le ha ido quitando peso al aumento de haberes de este año, argumento en el que se basan los estatales para pedir otra paritaria. Al mismo tiempo, sostuvo que la nada despreciable suma de 5.600 pesos es el máximo esfuerzo que puede hacer el Estado hasta que en marzo de 2017 se abra una nueva discusión salarial.
En los gremios se declararon conformes. Coincidieron en que es un paliativo que no trae soluciones de fondo, pero advirtieron que es importante para atemperar los efectos de la inflación (ver Protagonistas).
Es la sexta vez en los últimos 7 años que los estatales gozan de un plus. Sólo que ahora se anunció bastante más temprano que de costumbre y en el Gobierno dicen que conlleva un cambio de concepto. Más que un reconocimiento de fin de año, explicó Gattoni, es una ayuda para nivelar la economía familiar durante los próximos 5 meses.
La cifra es un 40 por ciento más alta que los 4.000 pesos que dispuso a fines de 2015 la gestión anterior. Teniendo en cuenta que los sueldos aumentaron entre un año y el otro un 32 por ciento, la suba está 8 puntos por encima y rendirá más en los bolsillos.
El impacto real se percibe mejor con un ejemplo. El sueldo básico promedio de la administración pública (incluye antigüedad, pero sin computar los incentivos de cada área) era el año pasado de 7.113 pesos y los 4.000 pesos de plus representaron un 56 por ciento de ese total. Ahora, el promedio asciende a 9.050 pesos y los 5.600 pesos implican 61,8 por ciento.
El pago será en cuotas de 1.400 pesos durante octubre, noviembre, enero y febrero. Lo contratados cobrarán de la misma forma, pero de a 975 pesos.
La Provincia terminará desembolsando un extra de 208 millones de pesos hasta febrero, lo que genera expectativas en el comercio. El grueso del dinero suele ir a consumo y eso ayuda a que repunte o se mantenga el nivel de actividad económica local, lo que al mismo tiempo se debería reflejar en la recaudación impositiva.
Se sumará el dinero que provenga de los municipales. Gattoni adelantó ayer que asistirán a las comunas con un subsidio equivalente a 5.600 pesos por empleado de planta permanente y un extra para los contratados.
