Carlos Gómez, el líder de la Agrupación Virgen de Fátima, de Chimbas, recordaba ayer la primera vez que lo conoció a Néstor Kirchner. "Fue en el 2002, cuando Camacho lo trajo a Chimbas y estuvo comiendo empanadas en mi casa", dijo Gómez.
Aunque la agrupación por ese entonces ya llevaba varios años de vida, porque había sido fundada en noviembre del 2005, Gómez sostuvo que fue el empujón de Kirchner el que terminó consolidar a la institución.
"A los dos meses de haber asumido, en el 2003, nos convocó a la Casa Rosada y nos dio la primera ayuda para empezar con los hornos de ladrillo con la agrupación", dijo el dirigente. Y desde entonces no paró y que siempre el ex presidente los recibió y siguió colaborando para que la agrupación creciera.
Al analizar el fallecimiento del dirigente, Gómez dijo que "es una pérdida grande para todos los argentinos. Tuvo quienes lo criticaron, pero nadie le puede discutir que fue un líder nato que supo sacar al país de los momentos más difíciles".
"Ahora son momentos de reflexión y de acompañar a la presidenta en estos difíciles momentos por los que está viviendo la Nación", dijo Gómez.
El dirigente junto a un grupo de miembros de la agrupación tenía previsto viajar a Buenos Aires para asistir al velatorio del ex presidente.
