El crecimiento de las ventas de vinos en Internet supone oportunidades para la industria, según el informe del último trimestre de 2015 de la consultora internacional Rabobank y publicada en Vinetur. En su último informe trimestral del sector vinos, la consultora Rabobank International se centra en Internet como canal de comercialización que muestra potencialidades y retos. Resulta prácticamente incuestionable que el comercio electrónico continuará ganando cuota de mercado en las ventas minoristas. En diciembre de 2014 eMarketer estimó que el comercio electrónico minorista había crecido a un ritmo del 20% anual en los últimos años, y que crecerá a una tasa anual compuesta del 12% en los siguientes 4 años. Las tasas de crecimiento de las ventas en línea de vino varían de acuerdo a cada mercado. En el Reino Unido los ingresos por ventas minoristas a través de Internet aumentaron un 11% durante el primer trimestre de 2015, mientras que las ventas totales de vino sólo se incrementaron un 3,5%.

Uno de los aspectos que hace tan importante a la venta online de vino en muchos mercados es el interés que puede generar en la generación de los ‘Millenial‘. En China el crecimiento en el consumo de vino se ha visto impulsado mayoritariamente por un grupo de jóvenes profesionales que son al mismo tiempo la mayoría de los consumidores online. Cerca del 75% de los compradores online en China tienen entre 18 y 38 años, el mismo rango etario que ha impulsado las ventas de vino online en los últimos años. El creciente interés del consumidor por las compras en línea ha tenido importantes implicancias para proveedores y minoristas, pero también para los gobiernos locales y nacionales quienes se han visto forzados a reexaminar las políticas, en parte debido a cuestiones comerciales, pero también por las implicancias fiscales.

En Estados Unidos, muchos estados se han visto obligados a revisar las leyes de envío directo al consumidor que dan ventajas injustas a las bodegas locales en detrimento de las bodegas de otros estados. Esto ha generado nuevas oportunidades para pequeñas bodegas domésticas, aunque los envíos de minoristas de otros estados siguen teniendo algunas restricciones en varios estados (en apariencia para evitar pérdidas en la recaudación de impuestos).

Del mismo modo, en Brasil el vino comercializado online está siendo afectado, ya que su crecimiento en los últimos años ha hecho que los gobiernos locales sean conscientes de la pérdida de oportunidades para generar ingresos fiscales. Hasta hace poco, se calculaban los impuestos especiales sobre las ventas de comercio electrónico basados en el estado en el que se facturaba el envío. Esto creó un incentivo para que los operadores de comercio electrónico localizaran sus almacenes dentro de los estados con menor nivel de impuestos especiales. Sin embargo el gobierno anunció recientemente un cambio en la política para el cálculo de los impuestos especiales en función del estado en el que el producto está siendo enviado, obligando a muchos operadores de comercio electrónico a considerar relocalizar sus depósitos más cerca de los consumidores. Si bien esta medida suena más racional, está siendo implementada en un momento donde el comercio electrónico de vino está sufriendo una recesión debido a la devaluación del real junto con el aumento de los impuestos especiales sobre los vinos a partir de diciembre de 2015. Así, la forma en que están siendo aplicados los impuestos especiales hará que los vinos de mayor precio sean desproporcionadamente más caros. En consecuencia, es probable que los operadores de venta online de vinos, que hasta el momento se focalizaban en vinos europeos de altos precios como una estrategia de diferenciación, se volcarán a vinos de precios más moderados provenientes de Sudamérica. En conclusión los canales de comercio electrónico continúan ganando importancia para la comercialización del vino, pero se enfrentan a varios retos en algunos mercados clave.