El intendente basualdista Julián Gil decidió aumentar el gasto destinado a la planta política del municipio de Caucete en casi 10 millones de pesos al año. La fuerte suba se debe a 2 factores. El primero, a que incrementó de 16 a 29 la cantidad de cargos. Y el segundo, a que equiparó su salario al de un ministro del Gobierno provincial, cuyo recibo es de cerca de 56 mil pesos en bruto, por lo que representa una escalada de alrededor de 20 mil pesos con respecto a su antecesor. Pero esa suba no es la única, ya que también se ven beneficiados los secretarios y directores debido a que sus haberes están enganchados en diferentes porcentajes al del jefe departamental.
El monto del gasto político salió a la luz ayer, cuando el Concejo Deliberante trató la ordenanza del presupuesto comunal, calculado en cerca de 250 millones de pesos. El primer movimiento de Gil se había dado hace unos días, cuando a las 8 Secretarías que existían en la gestión de Juan Elizondo las elevó a 11 y pasó de tener 6 Direcciones a poner en marcha 15. Además, creó el cargo de subcontador. La suba del sueldo del intendente y el efecto cascada que genera en el bolsillo de su equipo de Gobierno causó revuelo, al punto de que la oposición (los dos concejales justicialistas y un radical) votó en contra del artículo estampado en el presupuesto. Sin embargo, el oficialismo impuso su mayoría de cuatro miembros y la ordenanza quedó aprobada.
Para tener en cuenta la dimensión de la cifra, con 10 millones de pesos se pueden hacer 18 casas del IPV. Así, en tan solo 21 días de mandato, Gil vuelve a estar en el centro de las miradas por una nueva medida que desata controversia. La primera había sido la designación de parientes en su gabinete (ver recuadro).
El dato que impactó en la sesión del Concejo fue que el intendente estará en condiciones de contar con un sueldo igual al de un ministro, que hoy está en 55.939 pesos en bruto, es decir, sin los descuentos, según consta en el Boletín Oficial. El recibo del anterior jefe comunal, Elizondo, actual concejal, era de cerca de 36 mil pesos. Gil explicó que hay una cláusula que establece que si la economía del municipio no lo permite, por decreto reducirá el monto de su salario, aunque admitió que si incrementan la recaudación puede percibir ese monto. Destacó que los casi 56 mil pesos mensuales representan el techo y que enviará un proyecto de ordenanza para dejarlo plasmado y derogar la norma anterior que regulaba los aumentos. Por lo tanto, el cobro de la nueva cifra estará suspendido hasta que se trate en una sesión extraordinaria o en el inicio de las ordinarias. Por eso, también se frenan los nuevos haberes de los secretarios y directores. Los primeros, con un enganche del 80 por ciento del salario del intendente, pasan de 24 mil a 44 mil pesos, mientras que los segundos, con un enganche del 60 por ciento, treparán de 18 mil a 33 mil pesos, en ejemplos de sueldos en bruto y sin antigüedad.

