El museo ubicado en la Basílica del Carmen, fue el marco ideal para el firma del tratado de las presidentas. Un mesón de madera labrada les sirvió de apoyo y de fondo un mural de 20 metros de largo por 3,5 de alto en su parte más ancha y él, representados los libertadores de ambos países en su encuentro histórico en ese mismo lugar, pero en 1818, el encuentro entre José de San Martín y Bernardo de O’Higgins. Por eso ambas mandatarias hicieron referencia a la importancia del lugar.

"Qué decisión acertada haber elegido este lugar. San Martín cruzó los Andes y yo siento Michele, que con el abrazo que nos hemos dado, pero más con las cosas que acordamos, que estamos haciendo otro cruce de los Andes", dijo la presidenta argentina, muy elegante con un traje verde musgo dorado y zapatos al tono.

No menos elegante se la vio a Bachelet, con un traje color obispo con visos rojos y hasta un poco más delgada que lo que se la ve por TV. La mandataria chilena reseñó con precisión la historia libertadora y señaló que ahora les toca a ellas resolver los problemas y desafíos comunes "para lograr más bienestar, más progreso para nuestros pueblos", dijo. Mientras tanto Cristina la escuchaba atentamente, con un gesto que la caracterizaba ya antes de asumir este cargo, el abanico en la mano y el movimiento enérgico para darse aire y poder soportar los 31º de calor, pero con muchísima humedad.

Luego de los discursos de las dos presidentas, las únicas oradoras, un quinteto de la Orquesta Sinfónica Juvenil de Chile, interpretó dos canciones de la cultura de ambas naciones: "Adiós Nonino", de Piazola, y la cueca "Si vas pa’ Chile", mientras Michele y Cristina hablaban en voz baja como dos buenas y viejas amigas.

El lugar, al que sólo accedieron funcionarios y periodistas acreditados, parecía chico albergando a más de 150 personas rodeadas de bellísimos cuadros y objetos de la época colonial, y banderas de Chile y Argentina por toda la sala y en el inmenso patio.

El área de prensa de la presidencia chilena informó que la ceremonia de Maipú y el abrazo de ambas presidentas replicando el gesto de San Martín y O’Higgins, fue acompañado a la misma hora por ceremonias en los pasos fronterizos principales de los siete comités de Integración, que reunieron autoridades y pueblo de ambas nacionalidades como símbolo de la multiplicación de los abrazos y la amistad.