Nasser Uzair renunció a la defensa del médico Jorge Luis Gil, el médico acusado de encubrimiento en la causa donde se investiga la presunta golpiza que su  íntimo amigo  Héctor Parisí  le propinó a su ex pareja. 

"Tomé la decisión de renunciar porque  la defensa tenía una estrategia y Gil no siguió los lineamientos. Todo lo que hizo e la audiencia no estaba aconsejado por mí. Es la primera vez en mi vida que un cliente me sorprende saliéndose del  libreto y de los consejos técnicos que le había indicado momentos antes de entrar a la audiencia. Me sorprendió ", dijo en diálogo con Estación Claridad. 

"Gil debía dejar en claro era que también tenía una relación de amistad con la denunciante", agregó y dejó en claro  que la estrategia era  demostrar una relación con las dos partes, excepciones que desligan de responsabilidad.

 

En su declaración, el médico Jorge Gil dejó en claro que tuvo contacto con la pareja de su amigo Mario Parisí, supervisor de Flagrancia que fue denunciado por la mujer por amenazarla y haberle dado una paliza. Incluso, el profesional confirmó que la revisó y que presentaba golpes coincidentes con lesiones leves. Además, llegó a indicar que la víctima "estaba enojada porque él (Parisí) no le había hablado, más que por los golpes". También destacó que, "como médico y con muchos años en la profesión, lesiones leves son golpes así", mientras se pegaba tres veces fuertemente en el muslo, con el puño cerrado. Si bien confirmó ese punto, indicó, a modo de defensa, que "en ningún momento la coaccioné o le ofrecí dinero". Esta última frase surgió porque la fiscal Claudia Salica, junto a Roberto Ginsberg, de la UFI Cavig, le solicitaron al juez de Garantías, Matías Parron, que abra la investigación contra el médico por el delito de encubrimiento, tal cual lo habían hecho contra otro funcionario judicial, Juan Pablo Ortega. Tanto Gil como Ortega están bajo sospecha por haber intervenido y tratado de revertir la declaración que la mujer hizo contra Parisí.

La sospecha de la Fiscalía es que Gil le llevó a la mujer un sobre rojo de una empresa de turismo con pasajes al exterior y 4.660 dólares con el fin de que cambiara su declaración para que quedara como que ella inició la pelea. Además, los fiscales sostuvieron que fue el médico el que, a través de su teléfono, contactó a Ortega, quien habría hablado con la mujer para decirle que "hay que darle una mano a Mario", por lo que le pedían que modificara su declaración, a lo que Ortega se habría ofrecido a redactar ese escrito. En su versión,  el médico negó que le haya llevado el sobre, aunque una prueba lo desmiente: las cámaras de vigilancia de la zona lo detectaron con el paquete en sus manos, dijeron fuentes judiciales. A su vez, sostuvo que "me hago responsable, civil y penalmente, de los mensajes de Whatsapp, de las comunicaciones por celular y de mis acciones dentro del departamento, porque ella era amiga en ese momento".