La causa penal que involucra a dos abogados en el escándalo de las expropiaciones seguirá teniendo, por ahora, un solo detenido. Se trata de Santiago Graffigna, quien se entregó el lunes y hoy será indagado por la jueza María Inés Rosellot (ver aparte). Su colega, Horacio Alday, ratificó ayer a través de su defensor que no se presentará hasta que no le garanticen que quedará en libertad. Mientras tanto, aparentemente desde el exterior, espera el resultado de la apelación que presentó contra la negativa de la magistrada de concederle la eximición de prisión.

"Evaluamos la posibilidad de que se entregara, pero llegamos a la conclusión de que no conviene porque se están violando sus garantías", explicó ayer Fernando Echegaray, el abogado defensor de Alday. Así, confirmó que su cliente seguirá oculto de la Policía, al menos, por un tiempo más. La negativa de comparecer personalmente se debe a que la jueza de primera instancia rechazó su eximición de prisión y si se presenta, quedará bajo arresto como Graffigna. Los dos están implicados en un caso de presunta estafa que se desprende de la megacausa de expropiaciones fraudulentas que promueve el Gobierno. Como socios, Graffigna y Alday eran abogados de dueños de terrenos expropiados en Cuesta del Viento y quedaron en la mira a partir de la versión que dieron algunos de sus antiguos clientes.

En la megacausa, según fuentes judiciales, una familia declaró que los abogados les rindieron 160 mil pesos por la expropiación de un terreno, cuando en realidad la provincia desembolsó más de 1 millón de pesos. Por eso, Rosellot abrió un nuevo proceso contra Alday y Graffigna por el presunto delito de administración fraudulenta.

La jueza libró una orden de captura contra los abogados el 7 de abril, pero no aparecieron y presentaron un pedido de eximición de prisión. La magistrada lo denegó por presumir que si están en libertad, pueden entorpecer la investigación. Llegó a esa conclusión debido a que algunos testigos dijeron que Graffigna se reunión con ellos días antes para persuadirlos de que cambiaran los términos de lo que iban a declarar.

Echegaray aseguró que no hay ningún elemento que indique que Alday apretó a testigos, por lo que aseguró que el intento por detenerlo "es una arbitrariedad y un antojo". Además, dijo que su cliente continúa fuera del país e insistió en que la única forma de que se entregue es "que le den la eximición de prisión".

El defensor de Alday apuesta a que la Cámara Penal revoque la resolución de la jueza. Si no es así, adelantó que "estoy dispuesto a llegar hasta la Corte Suprema", al tiempo que reiteró que hace años que se terminó la sociedad con Graffigna.