Principal distrito electoral del país y tradicional bastión peronista, con sus 12,4 millones de votantes, casi uno de cada cuatro en Argentina, convierten la provincia de Buenos Aires en la prueba de fuego para los aspirantes

presidenciales que ponen muchas fichas a sus alfiles para llegar a la Casa Rosada.

El jefe de Gabinete de Cristina, Aníbal Fernández, la vice Jefa de Gobierno porteño, María Eugenia Vidal y Felipe Solá son los favoritos para imponer su posición en los comicios para la gobernación bonaerense, en un distrito donde no hay Balotaje.

“Quien controla este distrito tiene un acceso asegurado, incluso haciendo una elección más o menos mediocre en el resto del país, a la Presidencia”, afirma a Efe Patricio Giusto, director de la consultora Polilat.

Históricamente, los números le dan la razón: desde 1983, con el retorno de la democracia a Argentina, quien ha triunfado en el mayor distrito electoral del país lo ha hecho también a nivel nacional.

Desde 1987, la provincia ha estado gobernada por el peronismo.

Su gobernador durante los últimos ocho años, el peronista Daniel Scioli, es ahora el favorito en las encuestas para la Presidencia, pese a una gestión de claroscuros en la provincia.

“Lejos de resolver los problemas, deja la provincia peor que cuando la recibió”, opina Giusto al destacar los retrocesos experimentados en seguridad, educación y sanidad.

El avance del narcotráfico y el aumento de la conflictividad social se incluyen en la herencia negativa de Scioli, sin embargo, el exmotonauta ha logrado desvincular su imagen de las críticas a su gestión y en las primarias del pasado 9 de agosto casi un 40% de los bonaerenses se decantó por él como candidato presidencial, un punto por encima de la media.

“Cada vez hay más estudios de neurociencia que demuestran que el voto tiene más elementos emocionales que racionales. Creo que aunque la administración de Scioli no ha sido buena, logra tener un nivel de comunicación muy bueno con la gente”, señala a Efe Rosendo Fraga, director del Centro de Estudios Nueva Mayoría.

La otra cara de la moneda es el candidato kirchnerista al gobierno provincial, Aníbal Fernández, con una imagen rechazada por un amplio sector de la población bonaerense.

“El narcotráfico y la inseguridad, ahora estrechamente asociados y afectando a los jóvenes pobres del conurbano, se encuentra en los medios y en las redes sociales, reforzando la imagen negativa de Fernández”, señala María Matilde Ollier, decana de la Escuela de Política y Gobierno de la Universidad Nacional de San Martín.

La candidata de la coalición opositora Cambiemos, María Eugenia Vidal, encabezada a nivel nacional por Mauricio Macri, aspira a capitalizar ese rechazo y dar la sorpresa, convirtiéndose en la primera mujer al frente de la Gobernación bonaerense.

Aunque fue la más votada en las primarias, con un 30% de los sufragios, Vidal lo tiene muy difícil para alcanzar el gobierno provincial y debe enfrentar el denominado “efecto arrastre” que Scioli puede provocar sobre Aníbal Fernández.

“El candidato a presidente que más votos saca, tiende a arrastrar al candidato a gobernador que lleva en la boleta (papeleta)”, apunta el politólogo Andy Tow. También le juega en contra el entramado político de la periferia bonaerense, uno de los mayores focos de pobreza del país, controlado por los “barones del conurbano” a través de redes clientelistas y planes sociales de los que dependen centenares de miles de familias.

En agosto la suma de los dos precandidatos del Frente para la Victoria alcanzó el 40,2% (3.255.472) de los 8.093.010 votos afirmativos, Cambiemos logró el 30% (2.434.077 votos) y UNA 19,6% (1.592.532 votos), por lo que con un escenario igual el kirchnerismo se alzaría con el triunfo en la provincia. Sin embargo, en las primarias se registró un alto nivel de voto en blanco, que para la categoría gobernador-vicegobernador fue del 10,7% (977.921) sobre el total de los emitidos, porcentaje que en caso de convertirse en voto positivo podría torcer la tendencia de las PASO.

Los bonaerenses elegirán además 23 senadores y 46 diputados provinciales, 135 intendentes, 1.097 concejales, todos con mandato hasta diciembre de 2019.