En los últimos días se precipitaron algunas definiciones que ayudan a esclarecer el panorama de cara a los comicios legislativos de octubre. Con un mes y medio por delante para terminar de atar las sociedades electorales, el oficialismo ya empezó a trabajar en la reedición del Frente para la Victoria y la oposición se perfila a ir repartida en 3 propuestas distintas. Los intentos antigiojistas de unidad plena no han dado resultado hasta el momento y a medida que se acerca la fecha, parece desinflarse cada vez más la posibilidad de un armado único que les permita evitar una amplia dispersión de votos.
El Ejecutivo nacional todavía no convoca a elecciones, pero la ley dice que las primarias se tienen que celebrar el segundo domingo de agosto y en función de esa fecha, el cronograma electoral establece que hay tiempo hasta el 12 de junio para que se inscriban los partidos o frentes que competirán en las urnas. Implica que a esa altura, deberán estar definidas las alianzas.
Cada partido o frente podrá presentar en las primarias distintas listas, para que en una interna midan fuerzas. La que sume mayor cantidad de sufragios será la lista oficial de candidatos para la cita final: las legislativas del cuarto domingo de octubre, que este año cae el día 27.
En San Juan, el oficialismo casi que tiene por delante una formalidad de tildar a los socios que pidan estar de nuevo en el frente que sostiene en el poder desde el año 2003. En la oposición, en cambio, hay dudas.
Desde el año pasado, el senador Roberto Basualdo impulsa la idea de que todos los opositores se eliminen entre sí en las primarias y que a octubre lleguen todos detrás de una sola lista. Estrategia con la que busca que los votos antigiojistas no se dividan al punto de quedar en riesgo de ser triplicados por los del oficialismo y perder la posibilidad obtener, al menos, una de las tres bancas de diputado nacional que se ponen en juego.
La propuesta no ha tenido eco suficiente y de momento, asoman 3 sectores opositores bien diferenciados. El basualdismo y sus antiguos socios, el ibarrismo y el Pro, ya se comprometieron a reeditar la amalgama y buscan sumar a Actuar y el bloquismo disidente. La Cruzada Renovadora, el Gen y el socialismo salieron la semana pasada a rechazar una alianza con el senador y junto con la UCR declararon tener interés mutuo en armar una lista común. En el otro está Dignidad Ciudadana, que el viernes avisó que mantendrá su costumbre de presentarse sin compañía. Sumados al oficialismo, si las primarias fueran hoy, habría 4 sellos distintos, cada una con sus propios precandidatos.
El bloquismo disidente que lidera Enrique Conti se ha mostrado más cerca del frente que propone el basualdismo y comparte la idea de no dividir votos, pero aún no da el sí definitivo. Actuar también promueve esa estrategia, pero no cierra ninguna posibilidad y tanto la UCR como Basualdo esperan su respuesta.
Si bien nada es oficial, todo indica que el objetivo de juntar los votos opositores en una sola fórmula no será posible. Por el contrario, en octubre se repartirán, al menos, en las tres ofertas que aparecen hasta ahora.
En el basualdismo remarcan que ese panorama favorece al oficialismo. Pasa que si la lista de postulantes del PJ triplica al segundo en la general, se quedará con las tres escaños. Y los opositores perderán el lugar que ostenta Mauricio Ibarra, que es uno de los que se renueva.

