Entre 2003 y agosto de este año, el número de sanjuaninos que reciben una pensión de las arcas nacionales tuvo un crecimiento extraordinario que supera el 270 por ciento. El repunte fue sostenido a lo largo de los 8 años y actualmente se cuenta un beneficiario cada 22 habitantes; mientras que en el inicio de las eras kirchnerista en el país y giojista en la provincia, la proporción era mucho menor. En el Gobierno provincial aseguraron que la escalada se debe que el Estado empezó a llegar a sectores que antes estaban aislados.

Los datos surgen de un informe elaborado en agosto que fue dado a conocer por el Ministerio de Desarrollo Humano. Según las cifras oficiales, a fines de 2003 en San Juan había 11.099 pensionados nacionales, entre madres de 7 hijos, mayores de 70 años, discapacitados, especiales y las otorgadas por el Congreso Nacional (ver infografía). El número actual asciende a casi 3 veces más: 30.325, lo que representa un aumento nominal del 272 por ciento.

Si bien la gran mayoría son nuevos pensionados, hay un grupo que tenía beneficios provinciales que pasaron progresivamente a la Nación. Hoy sólo quedan unas 300 personas que tiene una ayuda de la Legislatura, dijo el ministro Daniel Molina, en la previa de la visita de Alicia Kirchner a San Juan para entregar más beneficios (ver foto).

Para medir el aumento, hace falta contrastarlo con el número de habitantes. El Censo 2011 reveló que la población local creció un 9,8 por ciento desde 2001 -620.023 contra 681.055-. Así las cosas, de acuerdo a los datos disponibles, en 2003 la relación era de una pensión cada 55 sanjuaninos y hoy es de una cada 22.

Según Molina, la cantidad no se debe a un aumento de la pobreza. Aseguró que responde a que con el plan Abordaje Territorial -el Gobierno sale por los departamentos a relevar necesidades sociales-, la gestión giojista llegó a “sectores que estuvieron aislados y no sabían que por las necesidades que tienen, pueden contar con una pensión”. Además, dijo que “antes se daba de alta una pensión cuando había una baja. Desde 2003, el Gobierno nacional les da a los que necesitan sin techo alguno”.

Los 379,5 millones de pesos al año que llegan desde la Nación quedan mayormente en San Juan y repercuten en el mercado. Al ser beneficiarios de bajos recursos, sin capacidad de ahorro, el dinero va a consumo.