La remodelación del aeropuerto Domingo Faustino Sarmiento se encuentra totalmente parada desde fines de marzo del año pasado y el ministro de Obras, Julio Ortiz Andino, destacó ayer que "no veo fácil que se destrabe". Es más, el alfil uñaquista resaltó que es probable que se rescinda el contrato dado que "son muy grandes las diferencias que hay entre lo que pretende la empresa (Petersen, Thiele & Cruz) y lo que podría estar dispuesto a pagar el Gobierno nacional". Es que, desde 2018, la obra acumula dos paralizaciones, por lo que la compañía busca la actualización de los precios debido al impacto de la inflación en los materiales y mano de obra, lo que ha generado el tire y afloje con la administración central. Así, el escenario de reactivación se ve absolutamente incierto, sumado a que sólo se ha ejecutado el 20 por ciento de la primera de las dos etapas.

La última cifra oficial de los trabajos la había dado a conocer el entonces ministro de Transporte de la Nación de la gestión macrista, Guillermo Dietrich, durante una visita a San Juan, pocos días antes de dejar el puesto, allá por diciembre de 2019. El monto que tiró fue de unos 1.000 millones de pesos. Pero todo indica que la suma quedó desactualizada por los efectos de la inflación. Las tareas comenzaron en 2018 y a fines de ese año sufrieron el primer parate debido a que la constructora encontró problemas en el terreno para alcanzar la roca firme donde debían asentarse los cimientos de la nueva estructura. Sin embargo, otras fuentes señalaron que también hubo dificultades en el envío de fondos desde el gobierno de Cambiemos. Lo cierto es que cuando se reactivó, sobrevino un nuevo freno a fines de marzo del año pasado por el aislamiento fruto de la cuarentena por el coronavirus.

De todas formas, la actividad en la obra pública en el gobierno de Uñac fue la que menos tiempo estuvo parada, pero las refacciones en el aeropuerto no se reactivaron. Ortiz Andino señaló que "la empresa solicita una diferencia que el Gobierno nacional no estaría dispuesto a aceptar". Inclusive, reconoció que es probable que se rescinda el contrato. Si eso sucede, el camino que quedaría es volver a realizar un llamado a licitación para retomar los trabajos, lo que implica una actualización de los valores de las tareas que faltan y de las que quedan por hacer. Es un hecho que los plazos se estirarán aún más y ni siquiera se ve un horizonte cercano para su reactivación.

Remodelación

En la planta baja del futuro edifi­cio se planificaron los halls de arribos y partidas y de check in con 12 puestos de atención, 12 cintas con balanzas y una cinta colectora. En la planta alta habrá sectores de control de rayos con dos escáneres y cerramiento co­rredizo, lo que permitirá flexibili­
zar el espacio.