Ingreso. El portal del lado argentino se encuentra a mayor altitud que el del lado chileno. La obra demandará nueve años de construcción. La excavación de los túneles, cuatro años.


Una vez que estén definidos todos los pasos del proceso licitatorio, la megaobra del Túnel de Agua Negra demandará nueve años de construcción, en la que tan sólo los primeros 12 meses insumirá la presentación del llamado proyecto ejecutivo por parte del consorcio ganador. Esto es, los detalles finos de qué procedimientos y técnicas se llevarán a cabo, al igual que los materiales y equipos que se usarán para perforar la cordillera, en los que se incluirán los cálculos y planos, entre otros. Por su parte, la excavación de los dos túneles llevará cuatro años de trabajos.

Los datos surgen del pliego del emblemático proyecto, que hoy atravesará por una etapa trascendental. En Santiago de Chile, a las 11, la Entidad Binacional Túnel de Agua Negra (Ebitan), autoridades de ambos países y representantes de San Juan, con el gobernador Sergio Uñac a la cabeza, abrirán los sobres de todos los grupos de empresas que se anotaron en el llamado a precalificación para pelear por quedarse con la obra. Es decir, saldrá a la luz la cantidad precisa de interesados y su procedencia.

Según adelantó este medio, estarán las compañías más importantes del mundo, que tienen sus bases en España, Francia, China, Estados Unidos y Suiza, dijeron fuentes oficiales. 
Tras esa primera etapa, la Ebitan se tomará alrededor de dos meses para evaluar toda la documentación, para luego generar una lista de consorcios en condiciones para hacer el túnel, listado que deberá ser aprobado por el ente que financiará la obra, el Banco Interamericano de Desarrollo (BID). Las compañías que tengan el OK recibirán el pliego y deberán presentar la propuesta técnica (cómo hacer los trabajos) y la oferta económica (cuánto puede costar) en el marco de la licitación propiamente dicha. Ese proceso se espera que ocurra en 2018 para luego adjudicar la obra y comenzar los trabajos, algo que se espera a finales de ese año o principios de 2019.

A partir de esa instancia comenzarán a correr los nueve años calculados de construcción. En el primero, el consorcio ganador debe armar y tener listo el proyecto ejecutivo. Se trata de un plan de trabajo más amplio y detallado que la presentación de la oferta técnica, ya que incluye especificaciones, cálculos, presupuestos y programas, dada la magnitud de la obra. Así, ya se sabe que la constructora utilizará explosivos para abrir los tubos en la cordillera y no una máquina tuneladora. Luego de ese plazo, será el turno de las demás etapas (ver claves), en las que la perforación de la montaña consumirá cuatro años.

La obra es emblemática para la provincia, ya que significará un acceso hacia la región chilena de Coquimbo, a través de Iglesia, que permitirá trasladar productos locales y del centro del país para colocarlos en los mercados asiáticos. Además, favorecerá el turismo y el intercambio cultural. El proyecto demandó años y la gestión uñaquista le imprimió las gestiones necesarias para avanzar en su concreción.